jueves, 28 de septiembre de 2017

JARDÍN BOTÁNICO VIERA Y CLAVIJO

JARDÍN BOTÁNICO CANARIO VIERA Y CLAVIJO.

Popularmente llamado "Jardín Canario", el Jardín Botánico de Viera y Clavijo fue fundado por el botánico sueco Eric Sventenius en 1952 con el objetivo de conservar y proteger la rica flora endémica de las islas. Con el tiempo, las colecciones de plantas se han enriquecido con aportaciones de todos los rincones del planeta y las labores de investigación y docencia se han incrementado, convirtiendo esta escarpada ladera de veintisiete hectáreas en un interesantísimo paseo a través de los diferentes ecosistemas vegetales existentes en las islas.















Entrada por Carretera del Centro, Tafira Baja.

Se encuentra en la isla de Gran Canaria entre las localidades de Tafira Alta y Tafira Baja y muy cerca del núcleo de mayor población de Santa Brígida, y a 7 km de Las Palmas de Gran Canaria.

Con una extensión de 27 hectáreas (67 acres), la mayoría del Botánico se encuentra en terrazas del costado del "Barranco de Guiniguada", y es cruzado por dos puentes históricos, en recuerdo de aquellos que existían de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, el "Puente de Piedra" y el "Puente de Palo" (ya desaparecidos en la Capital) con el que se alcanzan las zonas llanas.













Entrada por Dragonal, La Calzada.


Infomación y juegos, Clic aquí>>>EL JARDÍN CANARIO






















Situado en Gran Canaria, fue creado en 1952 por el botánico sueco Eric Sventenius. Constituye hoy un importante atractivo turístico y punto de interés para los científicos del mundo. 

 En el año 1952  se creó el Jardín Botánico "Viera y Clavijo", que fue abierto al público en 1959. Está situado en las márgenes del barranco del Guiniguada, rodeado de colinas, en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria, a 7 kilómetros de la capital, entre los barrios de Tafira Baja y Tafira Alta.

 El nombre del jardín es para honrar la memoria del naturalista canario del siglo XVIII, José de Viera y Clavijo, amigo del botánico Cavanilles, pionero de las Ciencias Naturales en este archipiélago. El Jardín fue la obra culminante  del botánico sueco Eric Ragnor Sventenius. Este hombre, años atrás,  se había recorrido Gran Canaria y el resto de las Islas Canarias, en busca de plantas endémicas, clasificando y nombrando a muchas de ellas e interesándose por su estado y conservación.

 Desgraciadamente Sventenius que había nacido en 1910 falleció en 1973, a consecuencia de un atropello en la carretera del Centro de Gran Canaria. Su sencilla tumba se encuentra en el Jardín Botánico, dentro del bosque de laurisilva y al lado de la cascada que lleva su nombre. También se le recuerda con una estatua en la que aparece sentado tomando notas.

 Su proyecto fue apoyado por el que fuera  presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria, Matías Vega Guerra. 

 La actividad del Jardín está orientada al conocimiento científico de la variada flora canaria y de la región Macaronésica en general, así como su divulgación mediante programas de educación ambiental. La corporación insular es la que mantiene esta institución, modelo para la conservación de la flora endémica local, que además de contener prácticamente todas las plantas que crecen en Canarias, (excepto las de alta montaña) se ha convertido en un centro de conservación e investigación. 

 Contiene laboratorios, banco de germoplasma, biología reproductiva, biología molecular, herbarios y biblioteca.

 Aquí es donde se reproducen "in vitro" endemismos canarios, especialmente aquellos que están en peligro de extinción. Existen también viveros que se utilizan para realizar repoblaciones en jardines o espacios naturales de la isla, y se editan libros, folletos, y artículos  relacionados con este lugar, especialmente en la revista Botánica Macaronésica, favoreciendo la difusión de los trabajos  que se realizan aquí.

 El personal del jardín y colaboradores han descubierto y clasificado gran número de nuevas especies de plantas. El Jardín Canario "Viera y Clavijo" se ha convertido en un atractivo turístico de la isla de Gran Canaria, captando el interés de muchos de los turistas que la visitan. Asimismo es punto de interés para la comunidad científica nacional e internacional.

 Aquí se han realizado en diversas ocasiones reuniones internacionales, congresos y visitas de responsables de jardines botánicos de otros países. 

 Los centros escolares suelen organizar visitas guiadas al jardín, y, paulatinamente, crece el interés de los propios isleños por este santuario de la flora isleña. Es muy agradable pasear por este jardín donde se han trazado unos caminos a cuyos lados crecen distintas colecciones de especies y familias de la flora canaria, que figuran con sus correspondiente nombre común y científico. 

 Mientras se pasea y se admira este peculiar paisaje podemos escuchar también los gorjeos de distintas especies de aves canoras de la isla: mirlos, capirotes, mosquiteros, petirrojos, herrerillos, etc.

 Hay una zona dedicada a la laurisilva, un bosque al que se ha llamado “fósil viviente” originario del terciario, que ocupa una zona situada entre los 500 y 1.400 metros de altura. Se mantiene por la acción de los vientos alisios creando un ambiente húmedo y lo que se llama lluvia horizontal. La laurisilva está presente en el norte y noroeste de las islas de Gran Canaria, Tenerife, La Palma, Gomera y el Hierro. No existe en Lanzarote y Fuerteventura. Los árboles más característicos de la laurisilva son el laurel o loro, el til, el barbusano, el viñático, con sotobosques  donde crecen helechos y aparecen hongos y musgos.

 Otras especies de la citada zona son los madroños, fallas, gibalberas, mocanes, estrelladeras, patas de gallo, adernos, follaos, brezos, palos blancos, cerrajas, bicácaros, etc. 

 En otros de los paseos encontraremos dragos, palmeras canarias, pinos, cedros, sabinas, tajinastes, tabaibas, bejeques, veroles, salvias, artemisas, cardones, cardoncillos, así como un espacio dedicado a distintas especies de cactus, piteras, y plantas crasas procedentes de diferentes partes del mundo. 

 En la ladera inmediata se ha trazado un camino zigzagueante que conduce a los edificios donde se encuentra las oficinas, administración y laboratorios del jardín. 

Desde un restaurante situado en lo más alto se divisa una espectacular panorámica. 


 Después de Sventenius, fue elegido en 1974 director del Jardín Botánico Canario el inglés David Bramwell, que ha realizado una excelente labor altamente reconocida.

Actualmente, el director del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo es Juli Caujapé.






No hay comentarios:

Publicar un comentario