LOS CAMINOS SECRETOS DE MARÍA GUINIGUADA
CUENCA DEL GUINIGUADA
Hemos seleccionado esta ruta por el
Barranco del Guiniguada, porque a pesar de ser una de las grandes cuencas de
Gran Canaria, sigue siendo una gran desconocida para muchos senderistas.
Mediante esta ruta animamos a los amantes de la naturaleza, y a los que desean
aprender y descubrir entorno seminaturales, que realicen este itinerario, apto
para todos los públicos habituados a caminar.
Guiniguada, topónimo que hace referencia
a las "aguas corrientes", es el nombre de una de las mayores cuencas
de la Isla, concretamente tiene unos 72 km2 de superficie. Nace en el centro de
la Isla (Cruz de Tejeda), toma la dirección NE hasta finalizar en Las Palmas de
Gran Canaria.
Es sin duda un barranco donde el
visitante observará una amplia variedad de paisajes (volcanes, presas,
palmerales) destacando las amplias fincas de plataneras que en su tramo bajo se
localizan dentro del municipio de Las Palmas de Gran Canaria.
Fue uno de los núcleos fundamentales del
poblamiento prehispánico de la isla: a lo largo de sus márgenes y en los
barranquillos adyacentes se encuentran varios asentamientos aborígenes.
Desde el punto de vista geomorfológico,
el tramo medio del Valle del Guiniguada presenta relieves más suaves, con
extensas superficies regulares aptas para los cultivos y el asentamiento
humano. Existe una sucesión de rampas y lomos divididos por pequeños
tributarios, cuya erosión hídrica fue creando una discontinuidad en la cuenca.
Vega de Los Olivos y Las Meleguinas (foto: Álvaro Monzón Santana)
Antes de comenzar el itinerario les
sugiero una visita sosegada y placentera por el centro urbano de la Villa de
Santa Brígida. La arquitectura urbana del centro, con influencias neoclásicas,
tiene elementos singulares que irá descubriendo. El Casino, las Casas
Consistoriales, la Iglesia y sus diversas esculturas jalonan la plaza que le
permite observar espectaculares panorámicas sobre el entorno rural de la Villa.
El Casco Histórico de la Villa de Santa Brígida está a punto de ser declarado
Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias.
Casco Histórico de la Villa de Santa Brígida (foto: Álvaro Monzón Santana)
Para iniciar la caminata nos aproximamos
a la c/. Muro, muy cerca de la Iglesia, que nos permite seguir una primera
parte del camino "Pa'l Pino". Al final de la calle descendemos a la
izquierda y, tras una bajada de cemento, volvemos a coger a la izquierda para
llegar al fondo de un pequeño barranquillo.
Se trata del barranco de Santa Brígida,
prolongación del barranco de Mireles que nace en las estribaciones de San
Mateo. Si cruzamos y seguimos de frente, continuaremos la senda para Teror y
barranco de Alonso, pero nuestra intención no es esa.
Una vez en el fondo, cogemos a la
derecha siguiendo un camino por el medio del cauce, abriéndonos paso entre la
vegetación (hinojos, vinagreras, tabaibas moriscas de gran porte, etc.). Más
adelante llegaremos a una bifurcación donde seguimos dirección izquierda
(siempre por el cauce), pasamos por delante de una gañanía.
Siguiendo por el cauce, pasaremos junto
a un grupo de árboles (lentisco, algarrobo) y a un bosquete de tabaibas
moriscas y pasaremos por debajo de la mansión de Eufemiano Fuentes, construida
sobre el barranco a modo de puente. Se trata de una gran edificación cuyo
arquitecto fue el valenciano Rafael Massanet en el año 1954, que aprovechó un
promontorio entre los cauces del barranco de Santa Brígida y del de Alonso.
Actualmente lo rodea una frondosa masa arbórea que realza el conjunto
arquitectónico.
Mansión de Eufemiano (foto: Álvaro Monzón Santana)
Hemos llegado al enlace con el barranco
de Alonso que deja a su izquierda y en 5 minutos desemboca en el barranco de la
Angostura de mayor entidad. Muy cerca queda el "Caserío del Arenal" y
las casas de Las Meleguinas, además de la carretera general que une esta
población con Santa Brígida.
Señalética (foto: Álvaro Monzón Santana)
De 25 a 30 minutos habremos tardado en
llegar a este punto, quizás hemos dejado atrás el tramo que requiere un poco
más de experiencia en orientación, pero a partir de aquí será mucho más fácil
seguir el itinerario propuesto.
Bifurcación de barrancos (foto: Álvaro Monzón Santana)
Ahora hay que seguir la pista de tierra
que va siempre paralela al cauce -aguas abajo-, disfrutando del paisaje,
observando las peculiaridades de la Cuenca del Guiniguada, de su flora y fauna,
además de las cuevas prehispánicas que se conservan en todos los paredones de
su izquierda.
Cuevas aborígenes de La Angostura (foto: Álvaro Monzón Santana)
Declaradas Bien de Interés Cultural, las
Cuevas de la Angostura, son un conjunto de cuevas artificiales dispuestas en
diversos andenes excavados en la toba volcánica, comunicados entre sí por medio
de pasos y escalones. De origen prehispánico, fueron utilizadas como viviendas,
además conservan silos, cazoletas y cisternas de planta circular.
Más adelante llegamos al campo de fútbol de La Angostura donde caminaremos un poco por el asfalto hasta las proximidades del aparcamiento. Aquí seguimos la pista de tierra de la derecha, hasta que se divide, siguiendo nosotros por la izquierda para llegar a un antiguo lavadero de ropa, lavaderos comunales rehabilitados por el Proyecto Guiniguada que impulsó el Cabildo de Gran Canaria. A la sombra de unos eucaliptos han colocado mesas y asientos con las maderas "marca de la casa" del Proyecto mencionado. Son maderas reutilizadas de haya y robles procedentes del Este de Europa, donde sustituyeron estas traviesas de madera por hormigón en las vías de sus trenes.
Siguiendo esta pista nos aproximamos al
final del lomo del Camino de Los Olivos y desembocadura del barranco del
Colegio (a su derecha) que procede de Santa Brígida.
Palmeras canarias (foto: Álvaro Monzón Santana)
Pero, preste atención porque debemos
dirigirnos, siempre paralelos al cauce, a otro merendero y al segundo lavadero
rehabilitado. Después pasamos bajo el puente de la carretera de La Calzada,
donde también comprobará la "arquitectura del agua", unos canales y
acequias que cruzan en lo alto el cauce del barranco.
Se acabó la pista y seguimos el cauce
por una estrecha vereda que se va abriendo paso entre enormes tabaibas
moriscas, las más grandes de esta ruta, que alcanzan y en algunas ocasiones
superan la altura de una persona. Son dignas de una foto.
Senderista y tabaibas (foto: Álvaro Monzón Santana)
Más adelante llegamos a un tercer
lavadero (éste sin rehabilitar) cerca de alpendres y cuevas, donde avanzamos
sin abandonar el cauce. Hemos dejado atrás el municipio de Santa Brígida para
adentrarnos en Las Palmas de Gran Canaria y nos encontramos a la altura del
caserío de La Calzada.
Caminando por el sendero llegaremos a
una explanada de tierra a modo de aparcamiento justo debajo de otro canal de
agua de bella estampa. Seguimos de frente y luego a la izquierda para salir a
una calle que nos permitirá acceder a la carretera general GC-310 (Tafira-San
Lorenzo) y a su vez al Jardín Canario que queda a nuestra izquierda. Caminamos
por el arcén unos metros. Estamos en el barrio del Dragonal y desde Santa
Brígida al Jardín Canario hemos tardado aproximadamente unas 2,30 horas.
Senderistas bajo puente de piedra y madera (foto: Álvaro Monzón Santana)
Después de la recomendable visita al
Jardín Canario, caminamos nuevamente por la carretera general pasando por
delante de la Sede de Gestión del Proyecto Guiniguada.
Exactamente son unos 1.100 metros de
asfalto lo que debemos recorrer desde el Dragonal hasta la curva donde está el
Bar-Restaurante Maipez. Aquí abandonamos la carretera y cogemos una pista que
entra a nuestra derecha, apreciando desde un primer momento unas esculturas erráticas,
bloques emergentes de la colada lávica del holoceno volcán del Lentiscal, que a
lo largo de 4 kms cubrió esta parte del barranco.
Rodeamos una finca con animales y
seguimos por este Lomo de Maipez ya con vistas panorámicas a la derecha donde
se observa la verticalidad de los paredones rocosos del barranco del
Guiniguada.
Lomo del Maipez (foto: Álvaro Monzón Santana)
En los laterales existen algunas
viviendas residenciales e incluso alguna granja de animales donde la pista se
bifurca y cualquiera de los dos ramales le lleva al siguiente punto de
referencia: un pequeño pinarcillo y plantaciones de plataneras al volver al
cauce. Se llama a esta zona "Fuente de Morales" y estamos muy
próximos a pasar bajo los grandes viaductos de la Circunvalación de Las Palmas
de Gran Canaria.
Senderistas bajo el viaducto (foto: Álvaro Monzón Santana)
El lugar presenta un aspecto desordenado
por las obras. Existe un grupo de casas a su izquierda que son las del Lomo de
la Cruz muy cerca del Barrio de La Paterna, además encontramos casi sepultadas
por las obras, unas galerías de agua.
Para llegar al final de la ruta aún
queda aproximadamente una hora y media de recorrido por el fondo del barranco,
siempre por la pedregosa pista de tierra y es necesario evitar las entradas
laterales a fincas de plataneras y otros cultivos.
Al aproximarnos a la autovía de Las
Palmas de Gran Canaria-Tafira, justo cuando se canaliza el barranco con muros
laterales de hormigón, abandonamos el fondo para subir a una calle de asfalto
junto a una vaquería. Abandonamos el barranco por el margen izquierdo.
Estamos en Pambaso donde se localizan
unas oficinas y el parque de acogida del Proyecto Guiniguada, así como el
Colegio Público Guiniguada, pudiendo optar por caminar hacia la autovía de
Tafira en dirección al Teatro Pérez Galdós, o bien penetrar por la calle
Bernardino Correa Viera que accede a la Avenida Primero de Mayo y la Alameda de
Colón.
Para más información puede dirigirse al autor de estas descripciones y autor de las fotos que ilustran estos textos cuyo e-mail es: alvaromonzon@gmail.com
Qué descubrir:
JARDÍN CANARIO
Su nombre real es: Jardín
Botánico Canario Viera y Clavijo, en honor al naturalista canario del siglo
XVIII. Está situado en Tafira Alta y es de esos lugares que siempre deben estar
entre las visitas imprescindibles de un turista.
Fundado en el año 1952 por el botánico
sueco Eric Sventenius (1910-1973) que contó con la ayuda de varios
colaboradores como Jaime O'Shanahan y Fernando Navarro.
El Jardín Canario cumple las funciones
de educación, concienciación, recopilación, cultivo, estudio y conservación de
la flora canaria, única en el mundo que tiene aquí un auténtico museo natural
de 27 hectáreas de superficie, el jardín más grande de España, que conserva
algunas reliquias botánicas ya desaparecidas en estado silvestre.
El Jardín tiene un Banco de Semillas,
una biblioteca y una hemeroteca especializada y un servicio de científicos
pioneros en los cultivos "in vitro" de especies amenazadas de
extinción.
La visita se inicia en la Plaza de
Matías Vega con el exuberante palmeral, el Jardín de Las Islas con la flora
representativa de otras islas, el puente de madera que sortea un estrecho tramo
del barranco de Guiniguada, la Fuente de los Sabios, el bosque de Laurisilva,
la cascada de Sventenius y la Plaza de los Nenúfares.
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