martes, 12 de septiembre de 2017

LOS CAMINOS SECRETOS DE MARÍA GUINIGUADA




LOS CAMINOS SECRETOS DE MARÍA GUINIGUADA

EL BARRANCO GUINIGUADA

CUENCA DEL GUINIGUADA

Hemos seleccionado esta ruta por el Barranco del Guiniguada, porque a pesar de ser una de las grandes cuencas de Gran Canaria, sigue siendo una gran desconocida para muchos senderistas. Mediante esta ruta animamos a los amantes de la naturaleza, y a los que desean aprender y descubrir entorno seminaturales, que realicen este itinerario, apto para todos los públicos habituados a caminar.
Guiniguada, topónimo que hace referencia a las "aguas corrientes", es el nombre de una de las mayores cuencas de la Isla, concretamente tiene unos 72 km2 de superficie. Nace en el centro de la Isla (Cruz de Tejeda), toma la dirección NE hasta finalizar en Las Palmas de Gran Canaria.
Es sin duda un barranco donde el visitante observará una amplia variedad de paisajes (volcanes, presas, palmerales) destacando las amplias fincas de plataneras que en su tramo bajo se localizan dentro del municipio de Las Palmas de Gran Canaria.
Fue uno de los núcleos fundamentales del poblamiento prehispánico de la isla: a lo largo de sus márgenes y en los barranquillos adyacentes se encuentran varios asentamientos aborígenes.
Desde el punto de vista geomorfológico, el tramo medio del Valle del Guiniguada presenta relieves más suaves, con extensas superficies regulares aptas para los cultivos y el asentamiento humano. Existe una sucesión de rampas y lomos divididos por pequeños tributarios, cuya erosión hídrica fue creando una discontinuidad en la cuenca.


Vega de Los Olivos y Las Meleguinas (foto: Álvaro Monzón Santana)
Antes de comenzar el itinerario les sugiero una visita sosegada y placentera por el centro urbano de la Villa de Santa Brígida. La arquitectura urbana del centro, con influencias neoclásicas, tiene elementos singulares que irá descubriendo. El Casino, las Casas Consistoriales, la Iglesia y sus diversas esculturas jalonan la plaza que le permite observar espectaculares panorámicas sobre el entorno rural de la Villa. El Casco Histórico de la Villa de Santa Brígida está a punto de ser declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias.

Casco Histórico de la Villa de Santa Brígida (foto: Álvaro Monzón Santana)
Para iniciar la caminata nos aproximamos a la c/. Muro, muy cerca de la Iglesia, que nos permite seguir una primera parte del camino "Pa'l Pino". Al final de la calle descendemos a la izquierda y, tras una bajada de cemento, volvemos a coger a la izquierda para llegar al fondo de un pequeño barranquillo.
Se trata del barranco de Santa Brígida, prolongación del barranco de Mireles que nace en las estribaciones de San Mateo. Si cruzamos y seguimos de frente, continuaremos la senda para Teror y barranco de Alonso, pero nuestra intención no es esa.
Una vez en el fondo, cogemos a la derecha siguiendo un camino por el medio del cauce, abriéndonos paso entre la vegetación (hinojos, vinagreras, tabaibas moriscas de gran porte, etc.). Más adelante llegaremos a una bifurcación donde seguimos dirección izquierda (siempre por el cauce), pasamos por delante de una gañanía.
Siguiendo por el cauce, pasaremos junto a un grupo de árboles (lentisco, algarrobo) y a un bosquete de tabaibas moriscas y pasaremos por debajo de la mansión de Eufemiano Fuentes, construida sobre el barranco a modo de puente. Se trata de una gran edificación cuyo arquitecto fue el valenciano Rafael Massanet en el año 1954, que aprovechó un promontorio entre los cauces del barranco de Santa Brígida y del de Alonso. Actualmente lo rodea una frondosa masa arbórea que realza el conjunto arquitectónico.

Mansión de Eufemiano (foto: Álvaro Monzón Santana)
Hemos llegado al enlace con el barranco de Alonso que deja a su izquierda y en 5 minutos desemboca en el barranco de la Angostura de mayor entidad. Muy cerca queda el "Caserío del Arenal" y las casas de Las Meleguinas, además de la carretera general que une esta población con Santa Brígida.

Señalética (foto: Álvaro Monzón Santana)
De 25 a 30 minutos habremos tardado en llegar a este punto, quizás hemos dejado atrás el tramo que requiere un poco más de experiencia en orientación, pero a partir de aquí será mucho más fácil seguir el itinerario propuesto.

Bifurcación de barrancos (foto: Álvaro Monzón Santana)
Ahora hay que seguir la pista de tierra que va siempre paralela al cauce -aguas abajo-, disfrutando del paisaje, observando las peculiaridades de la Cuenca del Guiniguada, de su flora y fauna, además de las cuevas prehispánicas que se conservan en todos los paredones de su izquierda.

Cuevas aborígenes de La Angostura (foto: Álvaro Monzón Santana)
Declaradas Bien de Interés Cultural, las Cuevas de la Angostura, son un conjunto de cuevas artificiales dispuestas en diversos andenes excavados en la toba volcánica, comunicados entre sí por medio de pasos y escalones. De origen prehispánico, fueron utilizadas como viviendas, además conservan silos, cazoletas y cisternas de planta circular.

Más adelante llegamos al campo de fútbol de La Angostura donde caminaremos un poco por el asfalto hasta las proximidades del aparcamiento. Aquí seguimos la pista de tierra de la derecha, hasta que se divide, siguiendo nosotros por la izquierda para llegar a un antiguo lavadero de ropa, lavaderos comunales rehabilitados por el Proyecto Guiniguada que impulsó el Cabildo de Gran Canaria. A la sombra de unos eucaliptos han colocado mesas y asientos con las maderas "marca de la casa" del Proyecto mencionado. Son maderas reutilizadas de haya y robles procedentes del Este de Europa, donde sustituyeron estas traviesas de madera por hormigón en las vías de sus trenes.
Siguiendo esta pista nos aproximamos al final del lomo del Camino de Los Olivos y desembocadura del barranco del Colegio (a su derecha) que procede de Santa Brígida.

Palmeras canarias (foto: Álvaro Monzón Santana)
 
Pero, preste atención porque debemos dirigirnos, siempre paralelos al cauce, a otro merendero y al segundo lavadero rehabilitado. Después pasamos bajo el puente de la carretera de La Calzada, donde también comprobará la "arquitectura del agua", unos canales y acequias que cruzan en lo alto el cauce del barranco.
Se acabó la pista y seguimos el cauce por una estrecha vereda que se va abriendo paso entre enormes tabaibas moriscas, las más grandes de esta ruta, que alcanzan y en algunas ocasiones superan la altura de una persona. Son dignas de una foto.

Senderista y tabaibas (foto: Álvaro Monzón Santana)
Más adelante llegamos a un tercer lavadero (éste sin rehabilitar) cerca de alpendres y cuevas, donde avanzamos sin abandonar el cauce. Hemos dejado atrás el municipio de Santa Brígida para adentrarnos en Las Palmas de Gran Canaria y nos encontramos a la altura del caserío de La Calzada.
Caminando por el sendero llegaremos a una explanada de tierra a modo de aparcamiento justo debajo de otro canal de agua de bella estampa. Seguimos de frente y luego a la izquierda para salir a una calle que nos permitirá acceder a la carretera general GC-310 (Tafira-San Lorenzo) y a su vez al Jardín Canario que queda a nuestra izquierda. Caminamos por el arcén unos metros. Estamos en el barrio del Dragonal y desde Santa Brígida al Jardín Canario hemos tardado aproximadamente unas 2,30 horas.

Senderistas bajo puente de piedra y madera (foto: Álvaro Monzón Santana)
Después de la recomendable visita al Jardín Canario, caminamos nuevamente por la carretera general pasando por delante de la Sede de Gestión del Proyecto Guiniguada.
Exactamente son unos 1.100 metros de asfalto lo que debemos recorrer desde el Dragonal hasta la curva donde está el Bar-Restaurante Maipez. Aquí abandonamos la carretera y cogemos una pista que entra a nuestra derecha, apreciando desde un primer momento unas esculturas erráticas, bloques emergentes de la colada lávica del holoceno volcán del Lentiscal, que a lo largo de 4 kms cubrió esta parte del barranco.
Rodeamos una finca con animales y seguimos por este Lomo de Maipez ya con vistas panorámicas a la derecha donde se observa la verticalidad de los paredones rocosos del barranco del Guiniguada.

Lomo del Maipez (foto: Álvaro Monzón Santana)
En los laterales existen algunas viviendas residenciales e incluso alguna granja de animales donde la pista se bifurca y cualquiera de los dos ramales le lleva al siguiente punto de referencia: un pequeño pinarcillo y plantaciones de plataneras al volver al cauce. Se llama a esta zona "Fuente de Morales" y estamos muy próximos a pasar bajo los grandes viaductos de la Circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria.

Senderistas bajo el viaducto (foto: Álvaro Monzón Santana)
El lugar presenta un aspecto desordenado por las obras. Existe un grupo de casas a su izquierda que son las del Lomo de la Cruz muy cerca del Barrio de La Paterna, además encontramos casi sepultadas por las obras, unas galerías de agua.
Para llegar al final de la ruta aún queda aproximadamente una hora y media de recorrido por el fondo del barranco, siempre por la pedregosa pista de tierra y es necesario evitar las entradas laterales a fincas de plataneras y otros cultivos.
Al aproximarnos a la autovía de Las Palmas de Gran Canaria-Tafira, justo cuando se canaliza el barranco con muros laterales de hormigón, abandonamos el fondo para subir a una calle de asfalto junto a una vaquería. Abandonamos el barranco por el margen izquierdo.
Estamos en Pambaso donde se localizan unas oficinas y el parque de acogida del Proyecto Guiniguada, así como el Colegio Público Guiniguada, pudiendo optar por caminar hacia la autovía de Tafira en dirección al Teatro Pérez Galdós, o bien penetrar por la calle Bernardino Correa Viera que accede a la Avenida Primero de Mayo y la Alameda de Colón.

Para más información puede dirigirse al autor de estas descripciones y autor de las fotos que ilustran estos textos cuyo e-mail es: alvaromonzon@gmail.com


 
Qué descubrir:
JARDÍN CANARIO
Su nombre real es: Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo, en honor al naturalista canario del siglo XVIII. Está situado en Tafira Alta y es de esos lugares que siempre deben estar entre las visitas imprescindibles de un turista.
Fundado en el año 1952 por el botánico sueco Eric Sventenius (1910-1973) que contó con la ayuda de varios colaboradores como Jaime O'Shanahan y Fernando Navarro.
El Jardín Canario cumple las funciones de educación, concienciación, recopilación, cultivo, estudio y conservación de la flora canaria, única en el mundo que tiene aquí un auténtico museo natural de 27 hectáreas de superficie, el jardín más grande de España, que conserva algunas reliquias botánicas ya desaparecidas en estado silvestre.
El Jardín tiene un Banco de Semillas, una biblioteca y una hemeroteca especializada y un servicio de científicos pioneros en los cultivos "in vitro" de especies amenazadas de extinción.
La visita se inicia en la Plaza de Matías Vega con el exuberante palmeral, el Jardín de Las Islas con la flora representativa de otras islas, el puente de madera que sortea un estrecho tramo del barranco de Guiniguada, la Fuente de los Sabios, el bosque de Laurisilva, la cascada de Sventenius y la Plaza de los Nenúfares.
















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