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viernes, 13 de marzo de 2020

PAZ EN CONSTRUCCIÓN 2020

Guía Fotografías Proyecto Paz En Construcción 2020



I. El grito en silencio de las mujeres en guerra.

1. La vida extrema en el desierto. Campo de Refugiados Saharauis de El Aaiun. Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Impacta la imagen de una madre que carga una pesada bolsa con la única ayuda de su hijo mientras
con la otra mano agarra a su pequeña hija. Los tres caminan bajo las altas temperaturas, más de 40
grados, durante el mes de septiembre, en el campo de refugiados de El Aaiun, situado en la inmensa
soledad del desierto argelino y bajo un ligero manto de calima. Simplemente la vida pasa y el peso
del hogar y la familia siempre recae sobre las mujeres saharauis.
Sorprende la resistencia de la población saharaui que habita en los cinco campos de refugiados del
desierto argelino. Son capaces de soportar las inclemencias del clima y ver como el paso del tiempo
hace que poco a poco se nos olvide que son población española. El Sahara Occidental entre 1958 y
1976 fue considerada la “Provincia 53” de España y tras la “Marcha Verde” en 1976 Marruecos
ocupó todo El Sáhara Occidental y se inició una cruel guerra que duró 16 años contra el FRENTE
POLISARIO en la zona de Marruecos y Mauritania. Desde el alto al fuego en 1991 la población
saharaui espera el referéndum al que se comprometió la ONU y que les permitirá regresar a la zona
del Sahara que les corresponde.
Marruecos ocupa y administra el territorio del Sahara desde 1979 a pesar de no figurar como
potencia administradora en la lista reconocida por la ONU. En 2002 las Naciones Unidas elaboraron
un informe jurídico donde siguen sin reconocer a Marruecos como figura administradora del Sahara
Occidental. Por tanto, dicha región sigue siendo territorio español a efectos legales. En base al
derecho internacional España es la potencia administradora y actualmente está permitiendo que una
nación extranjera ocupe ilegalmente dicho territorio.
La población vive una situación de incertidumbre e inestabilidad. Muchas madres esperan que sus
hijos y hijas, puedan disfrutar de programas que permitan mejorar las condiciones de vida de sus
familias. Desde hace años existe un programa llamado “Vacaciones En Paz” que consiste en poder
viajar a Canarias, u otros lugares del territorio español, para poder salir durante los meses de verano
de los “Campos de Refugiados Saharauis” de ese modo permite escapar del duro calor y de las
difíciles condiciones de vida durante un periodo corto de tiempo. Desde aquí nos gustaría hacer un
llamamiento para conseguir más y más familias de acogida para estos niños y niñas saharauis.
Además, también pueden formar parte del “Proyecto Madrasa” (Proyecto Escuela), el cual permite
acceder a una beca de formación que les ayuda a continuar sus estudios aquí en España, junto a las
familias que les han acogido durante el programa “Vacaciones En Paz”.

2. La profesora del desierto. Campo de Refugiados Saharauis de El Aaiun.Desierto del Sahara. Argelia 2019.
Ser docente es una tarea difícil y dura en todos los lugares del mundo. Hay que preparar clases e
intentar captar la atención del alumnado para conseguir aprendizajes mucho más significativos. Sin
embargo, en algunos lugares como en los “Campos de Refugiados Saharauis” aún es mucho más
difícil dar clase debido a que soportan condiciones climáticas extremas en aulas que no reúnen las
condiciones mínimas, mobiliario roto o inexistente, falta de material, etc. Estas situaciones adversas
es algo que afecta al alumnado en su rendimiento y al profesorado en su desarrollo docente pero es
asombrosa la capacidad de adaptación del ser humano y como con el esfuerzo de los docentes por
educar y del alumnado por aprender es posible demostrar que no se necesita nada más que una
profesora y un lápiz para educar.
Recordemos que, en septiembre de 2015, hubo una gran convención donde 150 jefes de Estado y de
Gobierno aprobaron la Agenda 2030, donde firmaron los 17 “Objetivos de Desarrollo Sostenible”
de aplicación universal. Es misión de todas y todos conocer y difundir dichos ODS, para exigir a los
estados que hagan todos los esfuerzos necesarios por cumplir este compromiso.
Haciendo mención a estos ODS identificamos en el número 4 “Educación de Calidad” y observando
nuestra foto de la profesora en el desierto nos preguntamos: ¿Esta educación de calidad cuando
llegará aquí donde nos encontramos?
Recordemos que los jóvenes saharauis solo pueden acceder a una educación superior dependiendo
del criterio arbitrario del gobierno argelino, muchos se quedan sin poder continuar sus estudios por
falta de medios y finalizan su formación de forma obligada en la educación básica que se les da en
los campamentos de refugiados saharauis. Teniendo en cuenta que “la educación es un derecho”,
protegida por el Art. 26 de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, además esa
protección se refuerza aún más con la “Convención Sobre los Derechos del Niño” (CDN), en los
artículos 28 y 29. Ambos tratados han sido firmados y son de obligado cumplimiento por los países
firmantes.
Repetimos nuestra duda: ¿Esta educación de calidad cuando llegará aquí donde nos encontramos?

3. La Desminadora. Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Miles de minas fueron colocadas por marruecos tras ocupar el Sahara Occidental hace más de 40
años a lo largo del muro de separación de 2700 Km (el muro más grande del mundo). Las minas son
un gran problema para la población saharaui, causando muchos muertos y heridos en todo este
tiempo. Muchas mujeres se forman voluntariamente como desminadoras, realizando el que esta
considerado como uno de los trabajos más peligrosos del mundo.
Ellas son un símbolo de la resistencia y de la lucha por los derechos de su pueblo, pero también un
ejemplo de la lucha por el feminismo y la igualdad, al desempeñar de manera igualitaria un trabajo
que no es solo cosa de hombres.
Hay cinco pilares en los que se basa la acción contra las minas: desminado humanitario, destrucción
de arsenales almacenados, educación sobre los riesgos, atención a víctimas y promoción por la
prohibición total. Todo lo coordinado por la SMACO (Sahrawi Mine Action Coordination Office),
para exigir #StopMinas, como se indica en el “Tratado de Ottawa” o la “Convención Sobre la
Prohibición de Minas Antipersonales”, en vigor desde el 1 de marzo de 1999.


4. Vida en el desierto, sin derechos ni igualdad. Campo de Refugiados Saharauis de El Aaiun. Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Las mujeres saharauis llevan el peso de las labores de la casa y de la familia en los campamentos de
refugiados, convirtiendo en hogar tanto haimas como casas de adobe, soportar las duras condiciones
de la vida en el desierto en un exilio obligado tras haber sido expulsadas por Marruecos de su
legitima tierra del Sahara Occidental. Si echamos un simple vistazo a las condiciones de vida de las
familias saharauis es muy fácil comprobar que los distintos acuerdos que establece el “Derecho
Internacional” para proteger la vida y los Derechos Humanos son violados y vulnerados
constantemente en los “Campos de Refugiados Saharauis”.
Cada mañana las mujeres saharauis se levantan muy temprano para realizar su primera labor de
ordeñar a cabras y ovejas. Las sueltan durante el día para que puedan pasear por el desierto,
recordemos que es un lugar donde los pastos son escasos y lo que terminan comiendo son los
plásticos y más plásticos que entran en la cadena alimenticia de la población saharaui. Las mujeres
limpian los corrales para que cuando caiga el sol puedan reunir nuevamente al ganado para
alimentarlo y sobre todo hidratarlo. Durante el día las mujeres tienen muchas otras tareas similares a
las que nosotros tenemos en el día a día, pero no debemos olvidarnos del condicionante de no poder
contar con los recursos de una ciudad moderna, agua potable, luz, electrodomésticos,
supermercados con adecuados sistemas de conservación y bien abastecidos, red de transportes... ¿Te
lo imaginas?
Pero la lucha más importante de la mujer saharaui es por la igualdad dentro y fuera del hogar. Es
realmente complicado que se entienda de forma natural que todos los miembros que conviven en el
hogar tienen la misma responsabilidad de hacer las tareas del hogar. Otra gran barrera es observar
como la presencia de la mujer en los ámbitos públicos, culturales o políticos es algo casi testimonial
o simplemente como imagen, a día de hoy se trata de algo prácticamente imposible que exista una
paridad real. Las nuevas generaciones en muchos lugares del planeta entienden que la lucha por el
feminismo no es más que la igualdad entre hombres y mujeres, la lucha tiene que ser global para
avanzar como sociedad. Por eso es muy importante hacer visible la situación de la población
saharaui y en especial las de las mujeres, así como las situaciones vividas en otros conflictos que
aún se mantienen sin resolver. Siempre son las personas más vulnerables, mujeres y niños, los que
sufren un mayor retroceso en sus derechos y el radicalismo ideológico, político o religioso, somete
aun más si cabe a las mujeres. Recordemos que el ODS número 5 “Igualdad de Género”, habla de
que es esencial conseguir poner fin a todas las formas de discriminación contra mujeres y niñas, no
es solo un derecho humano básico, sino que además es crucial para el desarrollo sostenible de
nuestra humanidad. Se ha demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y las niñas tiene
un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel
mundial.

5. Mujeres en lucha por el medio ambiente. Campo de Refugiados Saharauis de Smara. Desierto del Sahara. Argelia 2019.


En el “Campo de Refugiados Saharauis” de Smara, una mujer arrastra un saco con los residuos
generados en su hogar y se dirige al camión que, una vez por semana pasa para retirar la basura. En
pocos segundos un enjambre de mujeres sale de cada una de las casas cercanas, perfectamente
organizadas y coordinadas, para entregar todos los sacos con basura, siendo ellas muy conscientes
del problema que supone no hacerlo, pues el impacto en el medio ambiente es real y la salud la
comunidad se podría encontrar en peligro. Para mejorar esta situación de higiene y salubridad
deberíamos empezar por conseguir recoger toda la basura que se encuentra dentro de los “Campo de
Refugiados Saharauis”, además esta situación también se trata de un problema de contaminación
ambiental y educación que deberíamos mejorar y dar ejemplo a los más pequeños y grandes del
lugar.
Son cerca de 200.000 los refugiados saharauis que residen en los diferentes campamentos en
Tindouf, Argelia, repartidos en cinco enclaves: Ausserd, Bojador, Dajla, El Aaiún y Smara, donde el
reciclado pasa a un segundo término y es realmente complicado pues los plásticos lo inundan todo,
se trata de un problema menor si comparamos con otras muchas preocupaciones que tiene la
población, cuando no tienes casi ni para comer y vives en el exilio la contaminación pasa a ser un
mal menor. En el “Campo de Refugiados Saharauis” de Smara y, en algún otro, un camión del
programa de recogida de basura impulsado por el MPDL, deposita toda clase de residuos en un
improvisado basurero a las afueras del campo y en pleno desierto. Aquí se depositan en kilómetros
y kilómetros, toneladas de basura que esperan a que los vientos sean contrarios a la zona habitada y
así poder incinerar toda esa basura, mientras el viento se encarga de mover todo, especialmente los
plásticos y envases que escapan volando por el desierto. Pero esta es la única solución aquí, el gran
problema de los residuos que generan miles de personas y el impacto que estos suponen para el
medio ambiente, sacando así toda la basura de la población y evitar problemas de salud publica.
Los “Campamentos de Refugiados Saharauis” no son un estado como tal, se sitúan dentro del país
de Argelia y tienen cierta autonomía, pero con mínimos recursos y dependiendo económicamente de
las Naciones Unidas y otras organizaciones que colaboran. Se esfuerzan en implementar acciones
en dirección al desarrollo del ODS numero 13 “Acción por el Clima”, pero es realmente
complicado. Como se indica en este ODS es importante apoyar a aquellas regiones que son más
vulnerables y que contribuyen directamente, no solo al Objetivo, sino también a otros “Objetivos de
Desarrollo Sostenibles”. Estas acciones deben ir de la mano con los esfuerzos destinados a integrar
las medidas de reducción del riesgo de desastres en las políticas y estrategias nacionales. Con
voluntad política y un amplio abanico de medidas tecnológicas aún es posible limitar el aumento de
la temperatura media global a dos grados Celsius. Para lograrlo, se requieren acciones colectivas
urgentes, por ahora lo que se hace en los “Campamentos de Refugiados Saharauis” es meramente
testimonial, pero es un paso hacia delante que nos puede hacer pensar, como debemos hacerlo mejor
aquí cuando somos los principales causantes del problema y tenemos más recursos a nuestra
disposición. Todo empieza con la educación y la toma de conciencia de nuestro papel en nuestro
entorno, estamos viviendo una situación critica en el planeta y la supervivencia de nuestra especie,
el Homo Sapiens, en armonía con las demás especies está en nuestras manos.

6. La profesora Jaida, tiene el arma más poderosa en sus manos, la educación como vía para cambiar el mundo. Campo de Refugiados Aída. Belén. Palestina 2018.

“Los palestinos necesitamos la educación como el agua”, esta frase de un profesor de alfarería, tras
hablar orgulloso de los progresos de su hija en el colegio, sentencia algo muy cierto que muchas
veces no se aprecia desde la comodidad y el bienestar de los países que viven sin guerra ni
violencia. Debemos valorar lo afortunados que somos por poder ir al colegio y tener un profesorado
dispuesto a darnos esa herramienta que nos cambiara la vida y con la que podemos transformar el
mundo.
Jaida es palestina, profesora de lengua árabe y matemáticas, acude cada tarde como voluntaria a la
sede del Centro Cultural Alrowwad, en el campo de refugiados palestinos Aída, en Belén, para
impartir clases extraescolares. La escritura árabe es difícil y Jaida muestra un gran empeño por
lograr que su alumnado consiga aprenderla, además se dedica a realizar actividades de juegos y
manualidades que mejoran la creatividad y diversión del alumnado. Recordemos que las
condiciones de vida en este campo de refugiados son muy duras debido a la proximidad del muro de
separación construido por Israel, declarado ilegal en el año 2004 por el Tribunal Internacional de
Justicia de La Haya. Además, hay que destacar que en la zona se dan constantes agresiones por
parte de los soldados con ataques, muertes y detenciones preventivas, incluso a menores de edad
que aún estando sin cargos deben esperar sus juicios durante años. Todo esto condiciona la vida y
rompe una infancia que tendría que ser en paz y felicidad, por tanto, se puede comprender que aquí
sí hay motivos para no querer estudiar, pero sorprenden las ganas de aprender y el amor del
alumnado por su profesora, a la cual admiran, pues saben muy bien que les está regalando su tiempo
y conocimiento, en un trabajo voluntario.

7. Las mujeres palestinas son mujeres sin miedo, mujeres valientes. Hebrón. Palestina 2018.

La ciudad de Hebrón es una de las zonas más complejas y conflictivas de los territorios palestinos.
Está dividida en dos zonas, la H1 administrada de la Autoridad Palestina y H2 bajo el control
israelí, donde viven centenares de colonos israelíes y muchos más soldados. El acceso a H2 está
restringido para los palestinos, sólo pueden acceder las familias que tienen casa en la zona,
estudiantes y profesorado que trabaja en los colegios deben cruzar controles militares con soldados
que registran las pertenencias y hacen pasar a las personas por arcos detectores de metales.
Las mujeres palestinas son ejemplo de coraje, pues se tienen que enfrentar constantemente a
situaciones de riesgo en su día a día. Deben cruzar controles militares y sopor el acoso de soldados
que no respetan los Derechos Humanos y en ocasiones no respetan ni el Derecho a la vida, pues una
discusión se puede saldar con un arresto o simplemente con un disparo. Madres con niños tienen
que soportar el cierre aleatorio por tiempo indefinido de un control o que el torno de acceso sólo
deje pasar a uno los miembros de la familia, dejando a niños aterrorizados por el miedo, solos en el
lado contrario. Todo esto ya son situaciones cotidianas, totalmente normales para los palestinos,
pero a todas luces inhumanas, y, a pesar de ello, las mujeres dan lecciones de valentía cada día.

8. Taller de corte y confección, una oportunidad para las mujeres
refugiadas. Campo de Refugiados Azraq. Jordania 2018.

En el campo de refugiados de Azraq, en Jordania, un grupo de mujeres asiste a clases de corte y
confección en las instalaciones de Care International. Esta salida de futuro y de negocio ha
cambiado la vida a decenas de mujeres refugiadas sirias, pues todo lo que se elabora, muñecas,
cojines o trajes, se vende y los beneficios son para las mujeres que allí aprenden, lo que además es
una profesión, que podrán desarrollar de manera individual en el campo de refugiados o en la vuelta
a Siria, cuando la guerra termine definitivamente. Esta es una oportunidad para desafiar el sexismo
y la discriminación, en una sociedad especialmente machista en Oriente Medio, donde los
matrimonios pactados están a la orden del día, colocando a la mujer para atender la casa o cuidar de
los hijos, siempre sumisa hacia el hombre, algo que muchas mujeres valientes están cambiando,
pero necesitan el apoyo y acciones de las mujeres de occidente, de una forma mas determinarte,
exigiendo a los gobiernos de la Unión Europea que hagan cumplir los Derechos Humanos que han
firmado, también en los países con los que tiene relación y no solo por asuntos de negocio o
económicos, tenemos que entender que la lucha por la igualdad y el feminismo es global.
Azraq fue diseñado para albergar hasta 100.000 refugiados sirios en Jordania, pero que nunca llegó
a ocuparse por completo, pues a pesar de las mejoras en las instalaciones, las condiciones en este
lugar son extremas para la vida. Cuenta con una población de más de 34.000 refugiados. El
campamento abrió sus puertas el 30 de abril de 2014, con el objetivo de ofrecer a las familias un
lugar seguro donde vivir hasta que vuelvan a sus hogares, El campo se diseñó con la idea de superar
algunos de los problemas que ocurrieron en el superpoblado y problemático campo de refugiados de
Zaatari, situado más cerca de la frontera. Las instalaciones del campo de refugiados de Azraq, por
ejemplo, las clínicas médicas y las zonas de juegos para los niños, se estructuran de forma
descentralizada para emular una ciudad dentro de él. El campamento de Azraq se ve a una distancia
de cuatro o cinco kilómetros porque sus pequeños refugios blancos destacan en el desierto jordano,
pues el rasgo estéticamente distintivo del nuevo campo es la hilera de cabañas blancas con
aislamiento térmico y techo inclinado, que sirven como refugios que proporcionan protección
contra el calor y el sol a los miles de refugiados que han huido de la violencia y el conflicto en Siria.

9. Su primera vacuna, el derecho a la salud y los servicios sanitarios, una odisea para las pernosas migrantes. Campo de Refugiados Zaatari. Jordania 2018.

El campo de refugiados de Zaatari acoge a más de 80.000 personas que se han visto obligadas a huir
de la guerra en Siria y más de la mitad son niños. Fue abierto en 2011, entonces era el segundo
campo de refugiados más grande del mundo, ahora es el quinto, sólo por detrás de los campos en
Kenia. A día de hoy, es la cuarta ciudad más grande de Jordania en número de habitantes, lo que
supone un enorme reto a nivel de infraestructuras y servicios.
Podemos observar a la doctora Ghada Ali Al-Sa'ad que administra la primera vacuna a una pequeña
bajo la atenta mirada de su madre, refugiada siria en Jordania. Algo tan sencillo como administrar
vacunas es una odisea en zonas de guerra, pues el sistema sanitario deja de existir y se destina a las
urgencias de los combates y bombardeos, mostrando grandes deficiencias. En los campos de
refugiados los retos a superar son titánicos, los recursos materiales y humanos son muy limitados, y
más aún cuando algunos países donantes no cumplen sus compromisos y eso se refleja directamente
en que la vida de miles de personas está en riesgo. La vida de esta niña estaría en serio peligro si no
tuviera acceso a la vacunación, estaría expuesta a enfermedades de todo tipo y mucho más si
atendemos a las difíciles condiciones de vida que se dan en los campos de refugiados. Todo esto no
es un regalo, es un derecho reflejado en el artículo 24 de la Convención de los Derechos del Niño y
la Niña (CDN). Además existe el derecho a curar a todos los que necesiten atención médica en un
centro hospitalario, aspecto que deben garantizar todos los estados firmantes.
Gracias a las organizaciones humanitarias algunas asistencias sanitarias básicas son posibles, como
ocurre en este hospital gestionado por JHAS-International, donde se ofrecen consultas de
ginecología, preparación al parto, posparto y cuidados a recién nacidos. Pero esto es un auténtico
oasis en el desierto si atendemos a la gran crisis migratoria mundial que estamos viviendo.
Actualmente vivimos números que asustan y que no hay precedente alguno, llega a los 68,5
millones de personas en todo el mundo que se han visto obligadas a huir de sus hogares. Entre ellas
hay casi 25,4 millones de personas refugiadas, más de la mitad menores de 18 años, según ACNUR.
Por su parte, UNICEF cifra en 50 millones los niños y niñas desarraigados y obligados a dejar sus
hogares. Miles de personas en zonas de guerra o refugiadas mueren en el mundo cada año por no
recibir la asistencia sanitaria básica necesaria, siendo obligados a vivir en condiciones infrahumanas
y poniendo constantemente su salud en riesgo. Además, los enfermos crónicos y terminales no
pueden recibir los tratamientos que antes de la guerra sí recibían, esto genera una una situación de
extrema crueldad totalmente desconocida para ellos. Todo este tipo de noticias no se reflejan y se
transforman en realidades invisibles.

10. Clase de literatura árabe, la educación como vía de escape para las niñas refugiadas, de su dura realidad en un campo de refugiados. Campo de Refugiados Zaatari. Jordania 2018.

Resuena en el aula la hermosa voz de una alumna recitando un pasaje durante la clase de literatura
árabe y todo esto bajo la atenta mirada de todas sus compañeras que disfrutan enormemente por lo
bien que esta niña es capaz de hacerlo para finalmente acabar con un gran aplauso colectivo. Cada
vez que la profesora pide voluntarias, todas quieren participar y se vuelve a repetir esa misma
escena una y otra vez. Cuando la clase finaliza la profesora felicita a todas y cada una de las chicas,
a lo que responden con un sonoro aplauso en agradecimiento, con cariño y respeto hacia la docente.
Esta escena se repite constantemente en los campos de refugiados donde las condiciones de vida
son muy duras. Recordemos que tras huir de la guerra en Siria en los campos habilitados o
improvisados hay muchas carencias en cuanto al acceso a la educación: escases de profesorado,
falta de material, aulas en malas condiciones… a lo que podemos unirle la escasez de alimentos que
en muchas ocasiones también podemos encontrar. Otros problemas añadidos que en muchas
ocasiones no se hace mención en los medios de comunicación son los matrimonios prematuros, la
discriminación y las percepciones culturales negativas en torno a la educación.
Ante esta realidad entendemos que las niñas son las más vulnerables. Al problema de acceso a la
educación hay que unirle los matrimonios infantiles, los cuales son mucho más comunes de lo
deseable. El principal motivo por el cual las niñas abandonan sus estudios es el matrimonio. Desde
que empezó la guerra, el 39,5% de las chicas sirias en Jordania se casan cuando tienen menos de 18
años, según Study Higher Population Council. Al casarse, la familia de la chica recibe la dote que el
novio paga por ella. Muchas familias aceptan la boda porque la entienden como una forma de
proteger a sus hijas. Creen que de ese modo si consiguen casar a sus hijas con un hombre de una
familia con mejores condiciones económicas podrán tener una vida mejor. Este fenómeno nace del
un afán de protección que hay entre la población siria, según la Organización de Mujeres Árabes de
Amán. Actualmente esta organización imparte talleres de concienciación sobre esta problemática e
intentan ofrecer a las familias alternativas para progresar económicamente que no conlleven el
matrimonio de sus hijas. Esta entidad, denuncia como muchos hombres en Jordania se aprovechan
de la situación. "A ellos les interesa, porque como las familias están en una situación de necesidad
aceptan una dote inferior a la que piden los jordanos".
La educación es la mejor vía de escape para estas chicas refugiadas y una esperanza de futuro, pues
también hay chicas casadas, menores de 20 años, que asisten a estas clases pues nunca es tarde para
aprender a leer y escribir. De hecho, las chicas suelen implicarse más y sacan mejores notas que los
chicos. Para muchas de ellas la escuela es el único espacio de socialización que les permite salir del
ámbito familiar. Los chicos al menos tienen las calles, las chicas ni siquiera eso. La directora de esta
escuela que está bajo supervisión de UNICEF, destaca que el curso pasado fueron mucho más de
doscientas las alumnas que aprobaron, pero con notas muy altas, cuando sólo tenían becas para que
cuarenta fuesen a la universidad, y por ello reclaman más apoyo de los gobiernos.

11. Asia Ramazan Antar, la joven miliciana de las YPJ. Kurdistán Sirio (Rojava). Siria 2015.

Las YPJ son las milicias de autodefensa kurdas compuestas por mujeres en lucha contra el Estado
Islámico o ISIS y también por los derechos de la mujer en la denominada “Revolución de la Mujer”.
Asia Ramazan Antar falleció con 19 años en un atentado del EI o ISIS, la noticia de su muerte se
hizo viral en los medios de comunicación internacionales por su parecido físico a una actriz,
eclipsando los ideales de su lucha por los que murió. Hoy en día miles de jóvenes como Asia,
siguen luchando contra los terroristas, por la igualdad, la paridad y para preservar la anulación de
los matrimonios arreglados. Es una lucha increíble donde muchas están dispuestas a perder sus
vidas por ello y por el resto de mujeres.

12. Madres intentan calmar a sus hijos mojados tras ser rescatados del Mar Egeo en una peligrosa travesía desde Turquía. Ahora esperan ser refugiados en Europa. Isla de Quíos, Grecia. Unión Europea 2018.

En la noche del día 1 de enero de 2018 el barco FRONTEX rescató en alta mar un total de 64
personas de distintas nacionalidades de países en que estaban en guerra. Todos buscan un futuro
mejo y para ello han tenido que pagar a mafias y tratar de entrar en Turquía para empezar una nueva
vida. Su primera parada fue la isla de Quíos, donde 19 niños y niñas, 12 mujeres y 33 hombres
fueron desembarcados con la ayuda de Salvamento Marítimo Humanitario y conducidos a un área
habilitada. Los migrantes llegan en condiciones muy precarias, mojados y exhaustos, donde los
hombres permanecen a la intemperie y las mujeres y niños se hacinan en el interior de una caseta de
madera. Como establece el Derecho Internacional se les hace entrega de ropa seca y comida.
Mientras tanto el SMH realizaba una atención primaria sanitaria de urgencia para tratar de
identificar las posibles enfermedades crónicas que puedan existir y que luego serán recogidas en la
ficha técnica de cada persona antes de ser conducidos al Campo de Refugiados de Vial. Una vez
pasada la primera fase de acogida los migrantes son conducidos al Campo de Refugiados donde
permanecerán durante días en una zona de admisión ubicada en una nave fría, que se encuentra
entre paredes de madera sin techos y con solo algunas mantas. Nos gustaría destacar que no
disponen de camas con lo que el suelo se transforma en su lugar de descanso.
La travesía del Mediterráneo deja ya miles de muertos, como el pequeño Ailan Kurdi, encontrado
sin vida en las costas turcas tras hundirse su embarcación. Esto, en su día, conmocionó a la opinión
pública y hoy, sin embargo, ya casi nadie lo recuerda. Las personas que realizan este peligroso viaje
en busca de refugio creen que tras llegar a Europa todo termina y que tienen la acogida que los
convenios internacionales prometen, pero no es así, desde marzo de 2016, tras el vergonzoso
acuerdo UE-Turquía, ha disminuido el número de refugiados que pasan por las islas griegas, ya que
muchos de ellos son retenidos en Turquía. Quienes llegan a Grecia tienen que quedarse hasta que el
departamento de asilo del Gobierno decida su suerte. Además, Bruselas se comprometió a conceder
a Turquía 3.000 millones de euros entre 2016 y 2017, además de otros 3.000 millones más adelante.
Este acuerdo viola el tratado de 1951, pues convierte a todas las personas que llegan a las Islas
Griegas en inmigrantes ilegales y, por si no fuera poco, los tratan como delincuentes. De hecho, los
deja en un limbo que puede durar meses o años como demandantes de asilo, que además pueden ser
aceptados como refugiados o rechazados, detenidos o encarcelados antes de ser deportados a
Turquía.
Los Estados de la UE tenían que acoger de forma obligatoria a 98.255 personas llegadas a Grecia e
Italia, según los acuerdos establecidos, aunque se comprometieron a acoger hasta 160.000. Sin
embargo, según el último informe de la CE, del 6 de septiembre de 2017, la UE sólo ha acogido o
tramitado la acogida de 27.695. Según los datos de la OIM, actualizados a 20 de septiembre, la cifra
aumenta hasta 28.732. Europa sólo ha acogido a poco más del 28% de lo que se propuso en 2015
para “aliviar la presión” sobre Grecia e Italia. El Estado Español se comprometió a acoger a 17.337
personas refugiadas, y tuvo dos años para acoger a estas personas. En realidad, Bruselas le obligaba
a reubicar a 9.323, pero sólo han llegado o van a llegar 1.257 procedentes de Grecia (1.089) e Italia
(168), apenas el 13% del total. Estos datos nos deberían hacernos pensar cual es nuestro papel ante
una situación tan sensible y preocupante.



II. La infancia a pie de guerra


1. Mahyuba. Campo de Refugiados Saharauis de El Aaiun. Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Mahyuba prepara el té para su madre y hermana, siguiendo el largo ritual saharaui, bajo la haima
familiar que las protege del duro sol y calor del Sahara argelino. Vive en la Wilaya (provincia) de El
Aaiún, en la Daira (pueblo) de Amgala, barrio numero 3. El tiempo que se tarda en preparar y
conseguir el té perfecto podría ser una metáfora de la paciencia, calma y resistencia de la población
saharaui, en su lucha por regresar a el Sahara Occidental tras ser expulsados por Marruecos y
esperando que España reconozca la deuda histórica con el pueblo saharaui. Desde 1976 viven
olvidados en el desierto argelino, tras una cruenta guerra de dieciséis años y la firma del alto al
fuego en 1991 y esperan el prometido referéndum, que les permita regresar a su territorio ocupado
ilegalmente por Marruecos.
Mahyuba nació y creció en uno de los “Campos de Refugiados Saharauis” del desierto argelino, tras
terminar sus estudios en las escuelas saharauis, el gobierno argelino le negó la posibilidad de
continuar sus estudios superiores en Argel, la capital del país, por temas burocráticos. Mahyuba no
tendrá un futuro con oportunidades, su vida se resumirá en pasar los días soportando unas
condiciones de vida muy duras e inhumanas mientras la ayuda internacional cada vez es más
raquítica y el conflicto entra en una fase de nacionalización. Existe una intención clara por parte de
Marruecos de invisibilizar la situación para que las nuevas generaciones saharauis acepten cualquier
salida, han pasado más de 40 años después de que sus familias fuesen expulsadas de su legitimo
Sahara Occidental. Por esta razón las niñas, niños y jóvenes saharauis, muestran a niñas, niños y
jóvenes de España que conozcan su historia común, unan fuerzas para visibilizar esta situación de la
población saharaui y apoyen su causa. Se trata de pedir ayuda internacional para poder realizar el
tan ansiado referéndum que en su momento han prometido las Naciones Unidas para que el
conflicto no caiga en el olvido, pues en pocos años las personas que si vivieron en el Sáhara
Occidental desaparecerán y ese vinculo directo con su tierra anhelada ya no existirá.
La joven Mahyuba, es una de las niñas que pudo disfrutar del programa “Vacaciones En Paz”. Con
este programa, cientos de niños y niñas saharauis vienen en verano a Canarias y otras zonas de
España para disfrutar durante unos meses de otra realidad muy distinta, pasando un tiempo fuera de
las duras condiciones de vida del Sáhara. Esto es posible gracias a la solidaridad de las asociaciones
que colaboran con el pueblo saharaui, que coordinan y buscan financiación para costear el viaje y
otros gastos para convivir con familias de acogida durante tres meses. La intención es que cada año
sean más los niños y niñas saharauis que puedan venir, es importante que las instituciones públicas
y privadas ayuden para favorecer todo esto. Sin embargo, lo que es muy esencial es conseguir
familias de acogida que abran las puertas de sus hogares, para lo cual es importante que el programa
“Vacaciones En Paz” se difunda y se conozca, pues también es una forma de visibilizar la situación
del pueblo saharaui para que su historia no se olvide.

2. Agua, objetivo imposible. Campo de Refugiados Saharauis de El Aaiun.Desierto del Sahara. Argelia 2019.

La meta del ODS numero 6 “Agua Limpia y Saneamiento”, es conseguir para 2030 un acceso
universal y equitativo al agua potable, a un precio asequible para todos y todas. Hoy en día es un
objetivo prácticamente imposible de alcázar. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF) y La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que alrededor de 2.200 millones
de personas en el mundo no cuentan con acceso a agua potable de forma segura.
Estamos en el “Campo de Refugiados Saharaui” de El Aaiún y podemos observar a un niño que está
portando una garrafa de cinco litros que apenas ha conseguido llenar por la mitad, pues la cuba de
donde debía coger el agua se ha quedado vacía. Como podemos observar no llega a las
recomendaciones mínimas que propone la OMS, de entre 50 y 100 litros de agua por persona y día
para garantizar que se cubran las necesidades más básicas.
Cori (13 años) es la encargada de recorrer muchas veces al día la distancia que hay entre su casa de
adobe y la cuba de agua más cercana. El recorrido lo hace pisando arena caliente del desierto y así
de ese modo poder conseguir este líquido tan preciado y escaso en el desierto. Como podemos
imaginar aquí no existe el agua corriente, no hay saneamiento, hay grandes problemas para
ducharse, lavar la ropa o cocinar, siempre dependen de tener el aljibe de agua llena. Pero es
importante recordar que no todo es agua es potable para el consumo humano. Viven
permanentemente sometidos por el clima, arde en verano o congelada en invierno. Quizás todo esto
es difícil de imaginar desde la comodidad de nuestros hogares, pues podemos abrir el grifo sin la
necesidad de pensar en el despilfarro que se comete muchas veces al día, dejando correr el agua
para lavarnos los dientes o ducharnos.

3. Camino a la madrasa. Campo de Refugiados Saharauis de El Aaiun.Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Dunia (10 años), Anhbuha (8 años) y Mahmuda (6 años) son tres hermanas saharauis que viven en
el “Campo de Refugiados Saharauis” de El Aaiún. Cada mañana se despiertan tras su sueño a la
intemperie, pues el extremo calor del desierto hace imposible dormir dentro de su casa. Bajo esas
extremas condiciones climáticas caminan hacia el centro educativo en el primer día de colegio.
Quizás en Canarias podamos llegar a imaginar lo difícil que es soportar un día de calor en el aula,
pero estos colegios no tienen ventanas con persianas y mucho menos aire acondicionado. La
solución para minimizar las temperaturas es dejar la puerta de de clase siempre abierta hacia un
gran patio con arena, ese es el modo en que intentan soportan cada día de clase durante el curso.
Esta es una de las razones por las que es muy importante el programa “Vacaciones En Paz”, con el
cual niñas y niños saharauis a partir de los 11 años, salen duran tres meses de verano del desierto y
escapan de estas duras condiciones de vida. Por todo esto, es importante que cada año sean más las
familias de acogida para aumentar el numero de participantes en este programa tanto en Canarias
como en todo el territorio nacional. Pero igual de importante es “El Proyecto Madrasa” (Proyecto
Escuela), por el que los niños y niñas saharauis que acaban su ciclo en el programa “Vacaciones En
Paz” pueden venir a estudiar a España, siendo acogidos en las familias por las que han pasado en
veranos anteriores.
En “El Proyecto Madrasa” los niños conviven con familias españolas durante el curso escolar y
vuelven a los campamentos de refugiados en verano, donde pasan los dos meses de vacaciones
escolares en compañía de sus familias saharauis, para volver en septiembre de nuevo a Canarias y
otras zonas de España para así poder continuar sus estudios. La evolución escolar de los niños y
niñas es seguida por una comisión de trabajo que comprueba si los adscritos a este proyecto sacan
todo el partido posible del mismo y, por lo que se comprueba a pesar del bajo nivel educativo con el
que vienen, está siendo todo un éxito. Incluso en muchos casos, el rendimiento académico del
alumnado saharaui es notable, demostrando que aprovechan la oportunidad que les brindan para
tener una formación que les permita conseguir un futuro como el que sueñan.
Es importante destacar, que tras finalizar la formación en los “Campos de Refugiados Saharauis”,
para muchos jóvenes que no obtienen plaza en el sistema educativo argelino pierden ahí su única
oportunidad de continuar su educación. Por este motivo “El Proyecto Madrasa” debería contar con
más poyo que se traduzca en más becas para los jóvenes saharauis. Recordemos que el ODS
número 4 “Educación de Calidad”, en el Objetivo 04.b., se indica que “se deben ampliar las becas
de educación superior para los países en desarrollo”.

4. Los niños camelleros . Desierto del Sahara. Argelia 2019.

En la inmensidad del desierto del Sáhara argelino y lejos de cualquier enclave habitado, dos
hermanos dan de beber a los camellos y realizan otras tareas de cuidado de animales y limpieza. Se
trata de aprender desde niños la profesión que es el sustento vital de la familia pues en la realidad en
la que viven los refugiados la comida escasea y no hay trabajo para toda la población. Esto no esta
mal mientras se respeten los derechos de la infancia y puedan asistir al lugar principal que les
corresponde “la escuela”.
El Art. 32 de la “Convención Sobre los Derechos del Niño” CDN, habla sobre el derecho a la
protección contra la explotación laboral. El estado debe tomar todas las medidas necesarias para
protegernos de la explotación laboral, que incluye: el establecimiento de una edad mínima para
trabajar, la instauración de reglas con respecto a las horas y las condiciones de trabajo, el castigo de
quienes no respeten estas reglas, etc. Pero por desgracia en la actualidad, cerca de 168 millones de
niños y niñas trabajan en diferentes lugares del mundo y muchos de ellos a tiempo completo. No
van a la escuela y no tienen tiempo para jugar. Muchos no reciben alimentación ni cuidados
apropiados y se les niega la oportunidad de ser niños. Es importante recordar que más de la mitad
de estos niños y niñas están expuestos a las peores formas de trabajo infantil como trabajo en
ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de trabajo forzoso como actividades ilícitas
incluyendo el tráfico de drogas y la prostitución, así como su participación involuntaria en los
conflictos armados.
Teniendo en cuenta que el 12 de junio “Día Mundial contra el Trabajo Infantil” y el 16 de abril “Día
Mundial Contra la Esclavitud Infantil”, aprovecharemos estas dos fechas para recordar lo mucho
que queda por hacer en este sentido debido a la falta de cumplimiento de la CDN. Consideramos
que tanto el ODS nº 8 “Trabajo Decente y Crecimiento Económico” como el ODS nº 10,
“Reducción de Desigualdades” tienen un papel protagonista en la lucha contra este trabajo infantil.

5. Teleb aprende a cultivas el huerto familiar, para alimentarse. Campo de Refugiados Saharauis de El Aaiun. Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Teleb (13 años) es uno de los niños que disfruto del programa “Vacaciones En Paz” en Canarias. En
su casa del “Campo de Refugiados Saharauis” de El Aaiun estudia durante el día y en su tiempo
libre aprende a cultivar con su tío, en una pequeña huerta familiar. Esto solo es posible gracias a un
proyecto impulsado por la ONG “CERAI”, la cual enfoca su colaboración hacia el logro de la
soberanía alimentaria desde la perspectiva de lo local y apoyando procesos dirigidos a facilitar el
desarrollo rural, el asociacionismo y la sostenibilidad de las sociedades campesinas en todos sus
aspectos.
La población saharaui para alimentarse solo recibe una canasta básica, administrada por parte del
Programa Mundial de Alimentos, y que está compuesta de harina, aceite, azúcar, legumbres y algún
alimento fresco. Es evidente que esto es insuficiente y de aquí nace la necesidad del
autoabastecimiento en condiciones especialmente adversas, luchando contra el clima del Desierto
del Sáhara, donde el afecto del calentamiento global del planeta se hace mucho más notable y el
agua es un recurso escaso que no se puede despilfarrar, es oro. El objetivo de CERAI es satisfacer
las necesidades nutricionales de población más vulnerable con producción local sostenible y
siempre teniendo un enfoque centrado en la juventud y el género. A través de este proyecto de
huertas familiares se propone producir comida fresca local y sostenible para la población más
vulnerable. Esto supone un aporte directo a familias vulnerables de al menos 49 kilos de comida
fresca al año en la campaña principal de verduras y otros 40 en la secundaria. Se trabajará con 21
huertos nuevos y se promueve que los 187 huertos creados con anterioridad mantengan su pleno
rendimiento en los años venideros.
Todo impulsado teniendo en cuenta el ODS nº 12 “Producción y Consumo Responsable” para
fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no
dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos
ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Todo ello se traduce en
una mejor calidad de vida para todos y todas. Además, se trata de lograr planes generales de
desarrollo que rebajen costos económicos, ambientales y sociales para que aumente la
competitividad y que se reduzca la pobreza. En este caso la orientación de estas medidas va dirigido
al ODS nº 2 “Hambre Cero”, entre otros.

6. Intifada... piedras contra balas. Kafr Qaddum. Nablus. Palestina 2018.

Los palestinos se congregan en diversas ciudades de Cisjordania tras la oración del viernes, en
protesta a los asentamientos israelíes y el muro de separación. En la aldea de Kafr Qaddum la
manifestación es en dirección al asentamiento israelí. Tras llegar a un punto, los soldados israelíes
intervienen usando balas de goma y gas lacrimógeno contra los palestinos que realizaban este tipo
de manifestación. Por su parte, los manifestantes, entre los cuales hay muchos jóvenes y niños,
respondieron a los soldados arrojando piedras, y de este modo se toman la intifada como única
salida de resistencia contra la ocupación israelí.
Tras la Segunda Intifada, que estalló en Palestina en el año 2000, Israel comenzó la construcción del
muro de separación entre Cisjordania e Israel “por razones de seguridad”. Debido al muro, que el
Tribunal Internacional de Justicia de La Haya declaro ilegal en 2004, miles palestinos de
Cisjordania no pueden hacer una vida normal. Los asentamientos son otro punto que genera
protestas, en 2016 la ONU los declaró ilegales con los votos a favor de los 14 miembros Consejo de
Seguridad y la abstención de Estados Unidos. La resolución exigió que "Israel cesara
inmediatamente y completamente los asentamientos en los territorios palestinos ocupados, incluido
Jerusalén Este". Además, recalcó que las colonias israelíes "no tienen validez legal" y "están
poniendo en peligro la viabilidad de la solución de los dos Estados". Los asentamientos de Israel
son vistos como un gran escollo en los esfuerzos de paz, ya que están construidos en territorios
palestinos que pertenecerían a su futuro Estado. La ONU, que mantiene que las colonias son
ilegales, ha alertado en los últimos meses de la proliferación de las edificaciones. Unos 430.000
israelíes viven actualmente en Cisjordania y otros 200.000 en Jerusalén Este, que para los palestinos
debe ser la capital de su futuro país. Israel dice que no acatará la resolución de la ONU sobre esta
colonización.

7. La risa y el arte, como armas de una hermosa resistencia. Campo de Refugiados Aída. Belén. Palestina 2018.

Hoy toca reír y hacer reír, las familias toman su lugar en las gradas del salón de actos de Alrowwad
Cultural and Arts Soc., para disfrutar de la actuación que los niños y niñas han preparado durante
días con el voluntariado de Red Noses Palestine. Un espectáculo de magia y malabares, donde los
más pequeños del Campo de Refugiados Aída en Belén, vuelven a ser niños, sonríen y todo es una
terapia que hace que todas las personas, en ese salón de actos, olviden por un rato la dura realidad
que les toca vivir al estar en un campo de refugiados. Es difícil convivir con los efectos de la
ocupación, la proximidad del muro de separación que rompió la vida de miles de personas y las
agresiones contantes que transforman la situación en un contexto violento e inhumano.
“Hermosa resistencia” es el lema de Alrowwad Cultural and Arts Soc. donde se presenta una
alternativa a la violencia y al odio, usando las artes escénicas, la cultura, el arte o la educación,
como resistencia pacifica a la ocupación de Israel sobre el territorio de Palestina. Se trata de dar una
oportunidad de futuro, pero sin olvidar la asistencia psicológica, social o sanitaria, con distintos
proyectos que en su conjunto es una burbuja para soportar las condiciones de vida del campo de
refugiados. La solución del conflicto palestino-israelí, necesita de acciones futuras que estén en
manos de la política y de buenos gobernantes, con la acción de la Comunidad Internacional, para
que se dejen de permitir las injusticias y se haga cumplir el plan de paz que conducirá a la
configuración de dos estados. Mientras tanto, cientos de voluntarios continuaran sembrando
sonrisas y alegría para combatir la violencia y la ocupación.

8. Niñas palestinas cruzan el control militar vigilado por soldados israelíes, entre risas y juegos, tras finalizar el día de colegio. Hebrón. Palestina 2018.

La ciudad de Hebrón es una de las zonas más complejas y conflictivas de los territorios palestinos.
Se encuentra dividida en dos zonas, H1 administrada por la Autoridad Palestina y H2 bajo control
israelí, donde viven centenares de colonos israelíes y gran cantidad de soldados. Con una realidad
cargada de tanta violencia, sorprende la actitud de las niñas tras cruzar el primer control militar a la
salida del colegio, sonriendo y jugando mientras se cruzan con soldados, camino del gran control
con tornos y puestas de metal que da a H1, donde la vida de los palestinos transcurre como en una
realidad paralela. Pues esto es algo normal para ellas y para miles de niños y niñas palestinos, cada
día conviven con soldados israelíes armados que controlan las entradas en esta zona de Hebrón y en
muchas zonas de Cisjordania. La pregunta que nos hacemos es ¿Seriamos capaces de sonreír y jugar
con este ambiente a nuestro alrededor?


9. Repasando la lección, mientras la vida fluye en el Campo de Refugiados Aída, esperando el retorno tras la “Nakba” de 1948. Belén. Palestina 2018.

Es una fría noche otoñal de noviembre, en las callejuelas del Campo de Refugiados Aída en Belén,
se escucha el eco de una vocecita de niña, ella repasa la lección mientras aún caen unas ligeras
gotitas tras la lluvia. Pero ella no deja de leer en voz alta para memorizar el texto, como haría
cualquier otra niña en la comodidad de su cálido hogar. Poco después entra en una humilde casa
donde una mujer indica lo siguiente que tiene que aprender y vuelve a salir. Un ejemplo de que la
vida fluye y no se detiene, pero el tiempo pasa generación tras generación, esperando el retorno a su
legitimo hogar en Palestina, sosteniendo la llave del retorno como símbolo de un derecho.
La población palestina conmemora la "Nakba" - la catástrofe - el 15 de mayo, fecha en la que se
creó el Estado de Israel. Miles de palestinos tuvieron que huir, emprender el éxodo y perder sus
hogares y tierras, todo ello como consecuencia de la guerra árabe-israelí de 1948. A partir de
entonces más de 700.000 personas pasaron a ser refugiados de Palestina. Según UNRWA, la
agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, son refugiados de Palestina las
"personas cuyo lugar de residencia habitual, entre junio de 1946 y mayo de 1948, era la Palestina
histórica - o lo que es hoy el actual estado de Israel - y que perdieron sus casas y medios de vida
como consecuencia de la guerra”. Los descendientes de esta población son también considerados
refugiados por la Agencia. Aproximadamente una cuarta parte de la población refugiada del mundo
es Palestina. En la actualidad los registros de la UNRWA cuentan con más de 5 millones de
refugiados de Palestina que, de alguna manera, siguen esperando con anhelo el regreso a sus
hogares y el reconocimiento de su trágica historia. Una espera interminable dado que Israel ni
reconoce su estatus, ni permite su retorno y además mantiene militarmente ocupado el territorio
palestino. La ocupación del territorio palestino vulnera sistemáticamente los derechos de la
población, afecta a sus vidas y a sus medios de subsistencia, condena además a la pobreza crónica,
al sufrimiento y al desplazamiento forzoso. Las violaciones, que han convertido a los palestinos en
una población desprotegida y privada de todo tipo de derecho responden a una política
discriminatoria llevada a cabo por Israel desde que en 1967 ocupa el territorio Palestino,
incumpliendo sistemáticamente el Derecho Internacional e impidiendo una resolución pacífica del
conflicto.
UNRWA proporciona asistencia, protección y defensa de más de 5 millones de refugiados de
Palestina registrados en la franja de Gaza, Cisjordania, Siria, Líbano y Jordania. Casi un tercio de
los refugiados inscritos, más de 1,4 millones, viven en 58 campamentos de refugiados que la
Agencia tiene distribuidos en las cinco áreas donde opera la Agencia. En Cisjordania hay
registrados 792.081 refugiados, alrededor de una cuarta parte de los cuales vive en campamentos.
En Cisjordania se ubican la mayoría de los campamentos de refugiados de la Agencia, sin embargo,
el más grande, Balata, tiene una población similar al más pequeño de Gaza, lo que hace ver las
dimensiones y el hacinamiento que hay en la Franja. Tras años de conflicto y el bloqueo sobre la
Franja desde 2007, la situación socio-económica en Gaza se ha visto muy afectada. La población
tiene graves dificultades para sobrevivir, el 80% depende de la ayuda humanitaria.
Todos los refugiados de Palestina que habitan en Jordania, 2,144.233, disfrutan de la ciudadanía
plena, a excepción de los casi 140.000 refugiados oriundos de Gaza, los cuales pueden contar con
pasaportes temporales que no impliquen la ciudadanía y no tienen derecho a votar ni a trabajar en el
Gobierno. En Siria, viven habitualmente 518.949 refugiados de Palestina, que disfrutan de los
mismos derechos y privilegios que los ciudadanos sirios, a excepción de la condición de
ciudadanos. Aún así, la Agencia trabaja sin descanso para hacer frente a las necesidades de una
creciente población de refugiados. Los 458.639 refugiados de Palestina que residen en Líbano se
enfrentan a problemas específicos en este país, ya que se les niegan derechos sociales y civiles, y
tienen un acceso muy limitado a los servicios públicos. La mayoría depende enteramente de los
servicios de UNRWA para satisfacer sus necesidades.

10. Zaatari, el 'campamento de los niños'. Campo de Refugiados Zaatari. Jordania 2018.

Lo llaman “el campamento de los niños” porque en Zaatari más de la mitad de los refugiados
huidos de la guerra de Siria son niños y niñas. Recordemos que estos niños han sido testigos de la
violencia que se vive en su país y que han sufrido un desarraigo total. En Zaatari, la desorientación,
el aburrimiento y el trauma echan raíces en estos pequeños. Los niños necesitan ayuda psicológica,
vienen de experimentar unas condiciones extremas y precisan de asistencia psicosocial porque
muchos han perdido a sus familiares. Ante esta realidad tan dura contrasta la sonrisa de estas dos
hermanas sirias que viven con sus familias, huida de Siria poco después del inicio de la guerra el 15
de marzo de 2011, en condiciones mínimas en una casa de hojalata. No tienen muchas pertenecías,
pero si una gran hospitalidad que ofrecer pues abren las puestas de su hogar y ofrecen café o té para
cuentar su historia mientras las pequeñas juegan y ríen alrededor. No pueden regresar a su país pues
aún es peligro, no quieren morir pero tampoco tienen dinero para reconstruir su casa, así que
prefieren quedarse en Jordania, gobierno al que le están agradecidos por acogerles, aún malviviendo
en unas condiciones infrahumanas.
Zaatari acoge a más 80.000 refugiados sirios, el 58% de ellos son niños y niñas, que han sufrido
muchísimo durante estos años. Han visto cosas que nadie tendría que ver, ni adultos ni menores, una
violencia que les dejarán marcados de por vida. Por eso, una de las cosas que hacen las
organizaciones que allí trabajan, es identificar los casos que necesitan atención psicológica y
asegurar que la tengan. Pero las condiciones de vida son también muy duras en el campo de
refugiados, con inviernos muy fríos y soportando el extremo calor de verano. Las temperaturas
sobrepasan los 45 grados, las pocas opciones de entretenimiento y la falta de seguridad mantienen a
la mayoría de los niños y niñas dentro de las tiendas de lona, junto a su familia. Zaatari, a 15
kilómetros de la frontera con Siria, se extiende a lo largo de nueve kilómetros cuadrados y algunos
niños viven en tiendas, lejos de las cuatro zonas de juegos habilitadas por Unicef. Estos oasis para
los pequeños, en este lugar sin color cubierto de polvo y sin ningún abrigo, son espacios para que
puedan dibujar, jugar con otros compañeros y tratar de ser niños de nuevo, bajo la atención de
especialistas que saben cómo detectar a los chicos que necesitan ayuda.


11. Bienvenido a la prisión de Moria. Isla de Lesbos. Grecia, Unión Europea 2017.

“Bienvenido a la prisión de Moria” es lo que se puede leer en el acceso del campo de refugiados en
Lesbos, pues así consideran a este lugar pensado para 2000 refugiados. Sin embargo, soporta más
del doble de su capacidad, lo que genera violencia, riñas y desabastecimiento. El invierno no hace
sino complicar más la situación de las personas que viven allí, entre ellos trescientos menores no
acompañados que están expuestos a situaciones de violencia, abuso sexual y olvido social.
El 24 de diciembre también se repartieron regalos en este lugar gracias a una organización y sus
voluntarios vestidos de Papá Noel. Fue un impás de unos minutos en la dura realidad de estos niños
y niñas que viven en un verdadero infierno, se les vio este día por el campo de refugiados cargando
pequeñas mochilas con simples juguetes y libros. Un día diferente que debería ser un derecho y no
una excepción.

12. Martina la psicologa, su conocimiento como vía para ayudar. Isla de Quíos. Grecia. Unión Europea 2018.

Hay dos engranajes que mueven el mundo, la amabilidad y la gratitud. Es muy necesario en los
tiempos que corren poner grandes dosis de estos dos aspectos en la vida, en el trato con los demás,
en las cosas que hacemos, así podemos cambiar nuestro entorno y hacer de este mundo un lugar
mejor. En realidad, es muy fácil, se empieza ayudando a quienes tenemos más cerca. Cuando
percibimos que otra persona necesita ayuda se trata de preguntarle ¿qué puedo hacer para ayudarte?,
¿cómo puedo ayudarte?, muchas veces son pequeños gestos que ayudan a que este mundo sea
mejor. Parece mentira, pero dar siempre las gracias con una sonrisa, una caricia o un abrazo ayuda a
crear un ambiente mucho para positivo para todos y todas. Ser amable tiene un efecto en la persona
que lo recibe que cambia por completo el ambiente en que nos movemos.
Si uno lo piensa bien, cuesta muy poco ser amable y agradecer, en este caso la imagen es un claro
ejemplo. Ella es Martina, una psicológica entregada a su trabajo, se trata de una mujer llena de
dulzura y humanidad. Ella era parte del reducido equipo sanitario de SMH que asistían a decenas
de personas refugiadas cada día en la isla griega de Quíos, en el fin de año del 2017 e inicios del
2018. Tiene que estar todo muy mal en tu país de origen para poner a una hija en una embarcación
que se puede hundir, para hacer una terrorífica travesía por el Mar Egeo desde Turquía, pagando
miles de euros a las mafias traficantes de personas, para intentar conseguir un futuro algo mejor
lejos de la guerra, la muerte y la destrucción. La llegada a Europa y encontrarse la inhumana
acogida de los gobiernos de la Unión Europea, que olvidan su propia historia reciente y la
solidaridad de tantos países tras dos Guerras Mundiales, los Derechos Humanos y las Convenciones
que protegen la vida, con quienes hoy huyen como antes hicimos los europeos por millones, tiene
que ser muy duro. Ver la entrega de Martina haciendo un derroche de bondad y profesionalidad para
recibir a la pequeña migrante asustada y totalmente mojada, es inolvidable y todo un ejemplo de
humanidad.
“Paz En Construcción” es testigo desde el año 2002 del trabajo de esta y tantas otras personas
voluntarias, muchas veces sin medios materiales, con jornadas diarias eternas, muy largas y sin
pausa o con el miedo en el cuerpo a posibles problemas posteriores, confirma que lo que se necesita
para cambiar las cosas y para ejercer toda profesión es HUMANIDAD. No se puede ser un buen
profesor o profesora, una buena enfermera o un buen dependiente, si antes no se es buena persona
por encima de todo. Todos y todas debemos poner pasión, entrega y dedicación a lo que hacemos
pues es el cómo tratamos a los demás lo que marca la diferencia y deja huella. Eso nos lo da la
amabilidad y luego se recibe el agradecimiento más sincero. Es muy importante para ello, una
educación donde la única ideología sean los Derechos Humanos, lo cuales son la base de la
convivencia para conseguir una sociedad mejor y un pilar fundamental sobre el que ensamblar la
sociedad.



III. Más allá de los muros del conflicto


1. Frágil hogar. Campo de Refugiados Saharauis de El Aaiun. Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Una joven mujer aparece por sorpresa tras una ventana, contemplando los restos de su casa de
adobe destruida durante las últimas lluvias torrenciales que causaron grandes daños en todos los
hogares de los “Campos de Refugiados Saharauis”, donde cientos de familias perdieron sus casas.
Todo lo poco que tenia su familia desapareció una vez más. La mayoría de los refugiados que viven
aquí, solo pueden permitirse construir este tipo de casas de adobe muy frágiles pues viven en la
pobreza y cuando reconstruyen estas viviendas esperan que puedan aguantar este tipo de lluvias,
aunque la probabilidad es baja.
Son más de cuarenta años de exilio en el desierto y, aunque algunas casas ya empiezan a usar otro
tipo de materiales más resistente como bloques prefabricados los cuales son demasiado caros para la
mayoría de la población refugiada, que, como tal, tendría que contar con la protección internacional
prometida, dotándoles de casas dignas para la vida y soportar las condiciones duras en el Desierto
del Sáhara.
Todo ser humano tiene el derecho universal a una vivienda digna y adecuada según está
contemplado en el Art. 25 de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”. Este derecho a
tener un hogar se refuerza para la infancia, con la “Convención Sobre los Derechos del Niño”
(CDN), donde se indica que todos los niños y niñas tienen el derecho a tener una vivienda, una casa
donde protegerse del frío y donde vivir con su familia. Además de ser una vivienda, debe ser un
hogar donde el niño pueda vivir con comprensión, tolerancia, amistad, amor y protección. Vivir en
los “Campos de Refugiados Saharauis” es complicado, tienen más de cuatro décadas, cualquiera
puede observar que ya no son asentamientos temporales y tienen que adaptarse a los derechos
firmados por los gobiernos, para que las familias saharauis tengan una casa digna y el fin de su
pobreza, cumpliendo con el ODS nº 1 “Fin a la Pobreza”.

2. Hambre 0. Campo de Refugiados Saharauis de Busdur. Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Las Naciones Unidas quieren para el 2030, poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las
personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes,
a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año. En los “Campos de Refugiados
Saharauis” es una tarea titánica repartir alimentos para los miles de personas que viven repartidas
entre cinco campos de refugiados, desde hace más de cuarenta años.
La población saharaui para alimentarse solo recibe una canasta básica, administrada por parte del
Programa Mundial de Alimentos, y que está compuesta de harina, aceite, azúcar, legumbres y algún
alimento fresco. Pero esta canasta básica esta lejos de ser sana, nutritiva y suficiente, pues la
población se queja de la mala calidad de las legumbres o el arroz y que es muy poco variada.
Cada semana los camiones del PMA, se dirigen a las distintas Wilayas (provincias) dejando en
puntos estratégicos de los barrios en las Darias (pueblos), sacos y cajas con las necesidades. Los
alimentos serán posteriormente repartidos entre la población. Nos gustaría destacar un dato
significativo que es la presencia del gofio canario en el reparto de alimentos, algo que nos habla de
uno de los muchos puntos de unión entre saharauis y canarios. El gofio se mantiene en la dieta de
los saharauis pese al paso de las décadas. ¿Como es posible que tengan gofio? Gracias a la
solidaridad que ha existido desde Canarias por parte del Cabildo de Gran Canaria, que destina una
dotación económica para comprar ese gofio canario. Las toneladas de gofio en sacos de 25 kilos, se
entrega en la base del PMA en la isla, pues son los responsables de enviar y repartir el alimento en
los “Campos de Refugiados Saharauis”.

3. La discapacidad no es un limite. Campo de Refugiados Saharauis de Smara. Desierto del Sahara. Argelia 2019.


Un joven con discapacidad mental ayuda a otro chico en silla de ruedas empujándola hasta llegar a
la puerta del aula, donde se baja, gatea y arrastra para entrar en hora al comienzo de la clase. Este
claro ejemplo de compañerismo, disciplina, respeto y de que nada les va a parar en su lucha por
conseguir una adecuada educación. Esto ocurre en el “Campo de Refugiados Saharauis” de Smara,
en un centro educativo donde la discapacidad no limita y su máxima es conseguir personas capaces
y no dependientes, pero sobre todo es conseguir tener buenas personas, como explica e inculca a su
equipo el alma máter impulsos del centro educativo Castro.
La “Declaración Universal de los Derechos Humanos” también protege a las personas con
discapacidad o enfermas, específicamente con el Art. 25. Los DDHH incluye a todos los seres
humanos, mujeres, hombres, niños y niñas, pero además los derechos de los niños discapacitados
están especialmente protegidos por el Art. 23 de la “Convención Sobre los Derechos del Niño”
(CDN), donde se refleja entre otras cosas que, tienen derecho a tener la mejor calidad de vida
posible. Tienen derecho a recibir respeto hacia su persona y su dignidad. Tienen derecho a ser
tratados como a cualquier otro niño o niña, para que les ayuden a ser lo más independientes posible
y a participar de la vida de su comunidad. Entonces queda claro como tenemos que actuar con las
personas con discapacidad y exigir a los estados que cumplan su obligación. Pero los derechos de
las personas con discapacitados se refuerzan aun más con la “Convención Sobre Los Derechos De
Las Personas Con Discapacidad”, y recordemos que el 3 de diciembre es el Día internacional de la
Discapacidad.
En los 17 ODS, la discapacidad también está presente. Es decir, la discapacidad, además de ser una
cuestión de Derechos Humanos tal y como nos señala la Convención de la ONU de 2006 sobre los
“Derechos de las Personas con Discapacidad”, es una cuestión también que se integra en el camino
hacia el desarrollo sostenible. Es cierto, no obstante, que mientras la Convención es de obligado
cumplimiento para los países firmantes, la “Agenda 2030” tiene un carácter “no vinculante”. La
Convención ha de servir como marco de aplicación e impulso de la “Agenda 2030”. En la misma, la
discapacidad viene específicamente referenciada, además de en la introducción, en diversos ODS
como el nº 4, sobre “Educación de Calidad”; el nº 8, sobre el empleo; el nº 10, sobre la reducción de
las desigualdades; el nº 11, sobre la “inclusividad” de las ciudades y la accesibilidad en el
transporte, y el nº 17, sobre el seguimiento de la “Agenda 2030”.
Tras conocer todo esto con más profundidad y, sí miramos a nuestro alrededor, es fácil ver que falta
mucho por andar, entonces si visualizamos las condiciones que hay en el Desierto del Sáhara para
las personas con discapacidad, vemos que todo esos derechos y objetivos apenas se cumplen, el
trabajo que se hace en el centro educativo que dirige Castro es digno de admirar por su esfuerzo y
resultados.

4. El mar de plástico avanza también por el desierto. Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Los plásticos van al contenedor amarillo ¿NO? El plástico es un problema global pero no en todas
partes existe la conciencia sobre la importancia del reciclaje y el respeto del entorno para proteger el
planeta ante el avance devastador de los plásticos. Conocemos como se apoderan del mar y los
estragos que causan en las especies marinas. pero desconocemos como ese mar de plásticos también
avanzan por el desierto. El problema en el Sáhara y en prácticamente toda África, es que la
población tiene mayores preocupaciones como comer, la salud, la vulneración de sus derechos o
que son refugiados en el exilio, como le ocurre a la población refugiada saharaui, los cuales luchan
contra el olvido de su causa, en busca de una solución del conflicto cuanto antes.
Las personas en enclaves habitados y carreteras ubicadas en el desierto del Sáhara, son las
responsables de que los residuos se dispersen por todas partes, esto hace que los plásticos y envases
avancen y contaminen el Desierto del Sáhara quedando allí por décadas, causando un daño que
muchas veces es invisible para el ojo humano. Muchos animales comen este plástico, cabras u
ovejas, causándoles problemas de salud, especialmente a las hembras que sufren abortos y esto pone
en peligro un valioso sustento para la población saharaui. La degradación del plástico lo convierte
en micro plásticos que terminan filtrándose con las lluvias contaminando las bolsas de agua
subterráneas. Todo lo que se ve afectado por el plástico, luego se usa para el consumo humano, con
lo cual se esta causando un problema que finalmente afecta a los habitantes del lugar.
“Acción por el Clima” es el Objetivo nº 13 de los ODS, por el cual se deben adoptar medidas
urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. En los campos de refugiados saharauis se
empiezan a implementar proyectos de recogida de residuos e incineración, es un paso mínimo, pero
hace falta más cooperación internacional y mucha concienciación, esto último solo se puede
conseguir a través del papel que la educación tiene en la sociedad. Tanto en el Sáhara como aquí
hay que cambiar muchos de nuestros hábitos y ponerse a la acción, no solo separando para reciclar
y en acciones de limpieza del litoral, montes o bosques, que tiene que servir para visibilizar el
problema y pedir a las administraciones que tomen parte, por ejemplo, creando puestos de trabajo
para hacer una limpieza eficaz y profesional de los lugares afectados por el plástico, así como una
buena gestión de los residuos. Pero también está en nuestras manos exigir a las grandes
multinacionales, que sean la primera línea de combate contra este devastador problema de los
plásticos, creando envases que se degraden sin causar impacto alguno.

5. Acción por el clima. Campo de Refugiados Saharauis de Smara. Desierto del Sahara. Argelia 2019.

Ella, la mujer saharaui tapada por completo y no por una cuestión religiosa principalmente, muchas
salen aún más cubiertas a la calle para protegerse del Sol, así mantener su piel más protegida y para
no sufrir tanto el duro calor del Sáhara. A la melfa, que es la típica vestimenta que utiliza la mujer
saharaui, le suman guantes y calcetines. Esto puede parecer un detalle pintoresco, pero nos da una
imagen clara sobre las duras condiciones de vida que existen en un medio donde el clima es tan
extremo, que con el calentamiento del planeta hará aun más dura la vida en este Desierto del
Sáhara, afectando a las pocas cosechas y al ganado.
La población saharaui esta refugiada en el desierto argelino tras de el conflicto bélico que no tiene
fin y con el cambio climático se creará una mayor crisis de refugiados sin precedentes. El mundo
desarrollado es el mayor causante del deterioro de la biosfera, y al mismo tiempo, el más reticente a
acoger a los afectados que abandonan sus tierras para sobrevivir. A día de hoy hay más de 25
millones de desplazados por causas directamente relacionadas con el cambio climático. Las sequías,
los huracanes y las inundaciones destrozan cosechas y medios de vida, pero también son el germen
de muchas guerras. Con el aumento de la temperatura en los océanos se produce un mayor número
de huracanes que asuelan regiones enteras. Algunos científicos ya establecen una relación entre los
movimientos tectónicos y el calentamiento global. Las lluvias torrenciales destrozan cosechas con
la misma virulencia que las sequías. Medios de vida milenarios en los que se han apoyado decenas
de generaciones se están interrumpiendo abruptamente en los últimos cinco años.
La industria es el principal causante de los gases de efecto invernadero, con gran presencia en los
países desarrollados, pero el 92% de las víctimas del cambio climático reside en países
empobrecidos, aunque cada vez hay más fenómenos en países desarrollados, como la sequía
persistente, pero la diferencia es que aquí tenemos aseguradoras que pueden cubrir los daños en el
tejido agrícola. El efecto del cambio climático en la zona del Sahel, en la que vive la población
saharaui, esta haciendo estragos sin ser sus habitantes los principales causantes del problema. Mali
por ejemplo, casi no emite gases de efecto invernadero, y está entre los cinco países más afectados
por el calentamiento global, según el último índice de impacto publicado por la ONU; recordemos
que los Estados Unidos es el primer país emisor del mundo. Con este simple dato podemos
comprender, que lo que hacemos aquí, lo pagan duramente otras personas en zonas mucho más
desfavorecidas del planeta, que no tienen culpa ni solución. Ojo, Estados Unidos, dejo el “Acuerdo
de París”, salida que será efectiva en este año 2020, así que el estado más contaminante del planeta,
lo seguirá siendo sin ningún tipo de control.
La población en los “Campos de Refugiados Saharauis” soporta condiciones de vida extremas, que
lo serán cada vez más. Por eso debemos considerar tan importantes los ODS nº 17 “Objetivos de
Desarrollo Sostenible”, encaminados a acompañar la “Acción por el Clima” reflejada en el Objetivo
nº 13 y a cumplir las cinco metas que se proponen. Son acciones que determinan nuestra
supervivencia como especie, tanto para las generaciones actuales como y futuras.

6. Un colegio sin ventanas. Campo de Refugiados Aída. Belén. Palestina 2018.

El colegio de Naciones Unidas en el Campo de Refugiados Aída en Belén, destaca por no tener esos
grandes ventanales que permiten que las aulas tengan luz natural que haga agradable las horas de
estudio. Este centro educativo está muy cerca del muro de separación construido por Israel y que no
existía antes del 2004, recordemos que desde la torre de vigilancia los soldados israelíes efectuaron
disparos contra las instalaciones, hiriendo e incluso matando a docentes y alumnado. La única
solución posible fue drástica y tapiaron puertas y ventanas. Por tanto, estamos ante una flagrante
violación de las Normas de la Guerra y del Derecho Internacional Humanitario que prohíbe los
ataques contra la población civil. Es importante destacar que estos ataques son considerados por la
comunidad internacional como crímenes de guerra. Estas normas protegen a quienes no participan
de forma directa en un conflicto, como podría ser la población civil, el personal sanitario,
educadores o los trabajadores humanitarios. Los trabajadores de este colegio de las Naciones
Unidas también lo son. Lo que es más sangrante e intolerable, no es sólo que se pueda atacar un
centro educativo sin consecuencias durante años, estamos hablando de un colegio con protección
especial, que además está bajo bandera de las Naciones Unidas, de la que España y los países de la
Unión Europea forman parte. Tenemos que ser conscientes que cada ataque es como si lo hicieran
directamente a uno de los nuestros colegios.
El 12 de agosto de 1949 se aprobaron los Convenios de Ginebra (y sus Protocolos adicionales),
popularmente conocidos como "La Convención De Ginebra", son tratados internacionales que
contienen las normas más importantes que permiten limitar la barbarie de la guerra. Protegen a
quienes no participan en las hostilidades (civiles, médicos, educadores, trabajadores humanitarios) y
quienes ya no pueden seguir participando (combatientes heridos, enfermos y náufragos, prisioneros
de guerra).
La gran pregunta es: ¿estamos obligados a respetar las normas de la guerra? La respuesta es muy
clara: SI, el DIH es universal. Los Convenios de Ginebra, que son centrales para el DIH, han sido
ratificados por 196 Estados. Muy pocos tratados internacionales han conseguido este nivel de
apoyo. Además, todos los que participen en una guerra deben respetar el DIH, tanto las fuerzas
gubernamentales como los grupos armados no estatales.

7. PRECAUCIÓN, niños jugando con alambre de púas. Belén. Palestina 2018.

El Tribunal Internacional de Justicia de La Haya declaró el 9 de noviembre de 2004 como "ilegal"
el muro de Israel en Cisjordania, según concluyó una histórica sentencia de 50 folios. La decisión
fue tomada por 14 votos a favor y uno en contra (el magistrado estadounidense). Se establece la
exigencia de que el muro sea destruido y que se indemnice a las familias afectadas. El Gobierno
israelí no acató el fallo por considerarlo no vinculante. En cambio, sí cumplió el fallo dictado por el
Tribunal Supremo de Israel, según el cual algunas secciones del muro ya construidas tenían que
cambiar de ubicación para permitir el acceso a granjas, escuelas y ciudades. El Tribunal de La Haya
en sus conclusiones, los magistrados señalaron que esta barrera impide el derecho de los palestinos
a autogobernarse. La Haya dictamina que no se ha observado que "el itinerario específico que Israel
eligió para su construcción fuese necesario para alcanzar sus objetivos de seguridad". Los
magistrados, además, entienden que el muro "infringe gravemente un número elevado de derechos
de los palestinos que residen en el territorio ocupado por Israel, y esas violaciones que se
desprenden del itinerario no pueden ser justificadas por las exigencias militares o por las
necesidades de seguridad nacional u orden público".
Cerca del muro de separación a su paso por Belén se puede leer en un cartel “PRECAUCIÓN, niños
jugando con alambre de púas”. Este es el reflejo de lo duro que puede llegar a ser un niño en
Palestina, donde todos sus derechos son vulnerados constantemente y sin consecuencia alguna, pues
cualquier resolución de Naciones Unidas o bien es vetada o cuando sale delante, nunca es llevada a
cabo por Israel. El derecho al juego está reflejado en el Art. 31 de la Convención Sobre de los
Derechos del Niño y la Niña, esta vulneración supone un muro invisible para el desarrollo de los
menores, se trata de una situación intolerable que el hecho de jugar sea una actividad de riego.
Además, Israel practica detenciones preventivas, sin cargos ni acusación alguna, contra los niños y
niñas. Los detienen de forma regular e indiscriminada sin prueba alguna. Los tribunales suelen
basarse en testimonios de soldados para condenarlos. El porcentaje de condenas en Cisjordania es
de casi el 100% porque los acusados firman a regañadientes acuerdos de reducción de pena en que
se declaran culpables. Los menores en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel, están
sujetos a la ley militar y los juzgan tribunales castrenses. Según la ley, las familias han de ser
informadas del arresto de sus hijos y tienen derecho a estar en las audiencias, pero esto no se suele
cumplir. Los interrogadores tienen que informar a los menores de su derecho a un abogado, aunque
solo se contacta con uno si el niño facilita sus datos. A los menores de Jerusalén se les aplica la Ley
Juvenil Israelí de 1971 (civil) porque Israel se anexionó al lado Este de la ciudad. Pero en el 2014,
los tribunales "empezaron a rechazar las peticiones para liberar a niños y niñas y esto provocó que
sus familiares buscaran acuerdos con la fiscalía para tenerlos en la cárcel el menor tiempo posible.
Se encarcela a la mayoría de menores arrestados por delitos de seguridad no demostrados. El
Parlamento israelí aprobó en el 2016 una ley que permite meter en prisión a menores de 14 años por
delitos de "terrorismo". Desde el año 2000, más de 12.000 niños y niñas palestinos han sido
arrestados por las fuerzas israelíes. Actualmente hay 291 detenidos, 49 menores de 16 años. Los
suelen acusar de haber lanzado piedras contra soldados, policías o coches de colonos, cargo que les
puede suponer 20 años de cárcel.

8. Gracias doctor. Campo de Refugiados Aída. Belén. Palestina 2018.

El Dr. Mohammed As'ad Abu Srour, nació en un campo de refugiados palestino y creció en el
Campo de Refugiados Aìda en la ciudad de Belén, estudió medicina en Cuba y aún teniendo
oportunidades de futuro gracias a su carrera universitaria en el extranjero, fuera de Palestina, un
algún lugar sin guerra y en paz, decidió volver para entregar a su gente todo lo que aprendió. Él es
un ejemplo de solidaridad que permitirá cambiar las cosas en la zona en la que vive. El doctor
Mohammed As'ad Abu Srour coordina el proyecto Project Cuba, donde ofrece atención médica
gratuita a toda la población del campo de refugiados. La parte más importante de su proyecto es
algo que a simple vista es invisible, pero que gracias a este trabajo la población no se ponen
enfermos. Estamos hablando de desarrollar una zona básica de salud y fomento de la promoción de
hábitos de vida saludables. En los campos de refugiados palestinos es muy complicado, podríamos
decir que es inexistente y gracias a este doctor, es posible mejorar las condiciones de vida de la
población, contando con equipo sanitario para la atención primaria, detectando las deficiencias en el
saneamiento, agua o limpieza, control de la población para detección temprana de enfermedades
contagiosas o desnutrición, de esta forma previene las enfermedades a la población que vive en el
lugar, dando también charlas informativas sobre salud, enfermedades o higiene, que resultan muy
útiles para prevenir y detectar futuros problemas.
En las zonas de conflicto, el acceso a la salud es una misión prácticamente imposible, recordemos
que el además utilizan un arma muy poderosa para someter y matar a la población; estamos
hablando del control al acceso de los hospitales, el bloqueo de los convoyes humanitarios o incluso
atacan a los equipos médicos en pleno desempeño de sus funciones. Los gobiernos y partes
implicadas en el conflicto tienen la obligación de respetar a los equipos médicos, por sentido común
y, además, porque están protegidos por "La Convención de Ginebra" y la población tiene el derecho
de recibir atención sanitaria y protegida por los Derechos Humanos. Tratado que muchas veces
incumplen los mismos países que los inventaron o firmaron, por esta razón tienen que ser
protegidos, exigiendo a todos los gobernares su cumplimiento, pues hoy esas líneas rojas son los
valores más básicos que conforman la convivencia, y están siendo vulnerados en muchos lugares
del mundo sin que parezca importar a nadie, causando miles de víctimas inocentes. Recordemos que
el mundo en el que vivimos implica que mañana todo esto nos podría tocar a nosotros y nosotras.

9. El niño y la paloma de Zaatari. Campo de Refugiados Zaatari. Jordania 2018.

Un niño del Campo de Refugiados de Zaatari, observa el hermoso y simple vuelo de una paloma
blanca, que hoy en día es un icono de la Paz. Volando simboliza el deseo de alcanzar la Paz al
enviar un mensaje como el que transmite, algo que desean todos los habitantes de este lugar y que
huyeron de la guerra en Siria para hoy seguir sin ver un horizonte de futuro. En el año 2011
comenzó uno de los conflictos más crueles del siglo XXI, la guerra en Siria, y hoy en día sigue
vigente, generando a su paso miles de refugiados, de los cuales un número alarmante son niños y
niñas. Varias asociaciones de ayuda humanitaria trabajan en los campos de refugiados, donde las
condiciones de vida son infrahumanas, con equipos humanos que hacen todo lo posible por dar algo
de dignidad a miles de personas.
Lo que en un principio parecía temporal se está convirtiendo en permanente. Za'atari es ahora una
ciudad en toda regla. Sus habitantes no ven una solución al conflicto a corto plazo, por lo que tienen
que buscar la manera de encontrar trabajo y mantener a sus familias. Muchos refugiados sobreviven
con la escasa ayuda humanitaria que les llega o trabajando ilegalmente. Y la situación aún es peor
para los refugiados que viven fuera de los campos, que son la mayoría.
Jordania se encuentra desbordada demográfica y financieramente por los 650.000 refugiados que
acoge, tanto dentro como fuera de los campos. Pero cifras extraoficiales hablan de cerca de dos
millones de personas refugiadas. Ningún refugiado tiene autorización oficial para trabajar, por tanto,
dependen de la ayuda humanitaria y de los ahorros que pudieron llevar consigo. Su situación
empeora día a día. Como país anfitrión, se estima que Jordania gastará 870 millones de dólares al
año en apoyar a los refugiados sirios. Si lo tratamos como a un donante tradicional, podemos decir
que Jordania ha contribuido en un 5.622% de su “cuota justa”. Podemos hablar de un país al borde
del colapso, pues Jordania tiene 6,6 millones de habitantes y 620.000 refugiados registrados, esto es
igual al 9% de la población del país. En España viven 46,7 millones de habitantes, si acogiésemos el
mismo porcentaje que tiene Jordania, aquí vivirían 4,2 millones de refugiados. Con estos datos hay
que destacar un importante detalle, Jordania nunca firmó la “Convención sobre el Estatuto de los
Refugiados”, mientras que todos los países de la Unión Europea sí lo hicieron. Podemos decir que
el gobierno jordano realiza un mayor esfuerzo y mejor trabajo que otros estados firmantes, siendo
un gran ejemplo de solidaridad.
El campo de refugiados de Zaatari fue creado por ACNUR el 28 de julio de 2012. Al principio era
una solución temporal para acoger a los miles de sirios que huían de las luchas armadas en su país.
Dado el crecimiento exponencial de los primeros meses, se convirtió en un gran núcleo que aloja a
más de 80.000 refugiados sirios, de los cuales más de la mitad son niños, incluye tiendas, servicios
y puestos administrativos.
¿Cómo funciona el campo de refugiados de Zaatari?
Cuando un refugiado llega hasta un campo, se lleva a cabo un registro de la persona refugiada.
A continuación, se le proporciona un refugio donde cobijarse. Recibe alimento y agua, además de
artículos básicos como mantas o ropa. Si lo necesita, se presta al refugiado atención médica y ayuda
psicológica. En el campo de Zaatari, los refugiados tienen la oportunidad de realizar trabajos en el
campo a cambio de un salario que les ayudará a emprender una nueva vida. Zaatari es un ejemplo
de sostenibilidad para el mundo y está administrado por ACNUR. Dos años después del comienzo
de la guerra en Siria, Zaatari se convirtió en el cuarto mayor núcleo de población de Jordania. Hoy,
Zaatari se divide como una ciudad, con distritos y calles principales que conectan con el hospital
central. En todos estos años de vida, el campo de refugiados de Zaatari se ha ido alejando del
modelo convencional de prestación de servicios para convertirse en un conglomerado
autogestionado, donde la población ha abierto sus propios negocios. Actualmente, hay más de
23.000 pequeños comercios en el campo: tiendas de ropa o comida creadas por los refugiados.
ACNUR trabaja en las necesidades básicas de refugiados en el campo de Zaatari:
- Registro: censo y control de los refugiados.
- Agua y alimentación. Acceso a agua potable, higiene, nutrición y seguridad alimentaria.
- Género. atención a mujeres y víctimas de violencia sexual o de género.
- Educación. Escolarización de dos tercios de los menores que viven en el campo.
- Refugio. de tiendas de campaña a estructuras prefabricadas. Además, ACNUR facilita
útiles básicos como colchones, mantas, cocinas, hornillos…
- Salud. 8 clínicas de atención primaria y médicos especializados. Atención de emergencias
por heridas de guerra, enfermedades crónicas, prevención de enfermedades venéreas y ayuda
a embarazadas.
Todos los sirios desean ver esa misma paloma con un ramo de olivo en su pico, que simboliza el
deseo de mantener la Paz ya alcanzada. Tras dos Guerras Mundiales, este símbolo se popularizó, fue
el propio artista Pablo Picasso el que hizo una serie de dibujos de palomas. Uno de ellos sirvió para
el cartel del Congreso Mundial por la Paz en 1949, después de la Segunda Guerra Mundial. Cuentan
que su segunda hija nacióó el día que comenzó este Congreso y por eso decidió ponerle de nombre
Paloma, en honor a este símbolo. Y a su vez, cuando la hija tuvo una niña, la llamó Paz.

10. Alimentos para los refugiados, el hambre como arma de guerra. Campo de Refugiados Azraq. Jordania 2018.

Una mujer camina en la inmensidad del Campo de Refugiados Azraq en pleno desierto jordano,
portando una bolsa con unos pocos alimentos. Esto es posible gracias al Programa Mundial de
Alimentos. Muchos sirios sufrieron desnutrición o murieron de hambre por el bloqueo de ciudades,
usadas como arma de guerra por parte de los distintos bandos enfrentados. Los refugiados ya saben
lo que es pasar hambre. Hay miles de personas en este campo de refugiados que pueden comer
gracias al trabajo de la agencia de las Naciones Unidas, que está en primera línea en la lucha contra
el hambre. El PMA responde constantemente a emergencias, salvando vidas, llevando alimentos a
contrarreloj a las personas vulnerables y con hambre. Jordania ha recibido decenas de miles de
refugiados sirios que han cruzado la frontera desde marzo de 2011 en busca de un refugio seguro. El
PMA está asistiendo a los refugiados a través de cupones por alimentos en casi todo el país y a
través de distribuciones de alimentos en el campamento de refugiados y en algunos de los centros
de tránsito que reciben a refugiados. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas
(WFP son sus siglas en inglés) junto al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR) ha introducido un innovador sistema de pago mediante reconocimiento del
iris en los campos de refugiados de Jordania, permitiendo que miles de refugiados sirios puedan
comprar alimentos en algunos de los supermercados de los campos, usando el reconocimiento de
sus ojos en lugar de dinero, cupones o tarjetas electrónicas.
En 2015, la comunidad global adoptó los 17 Objetivos Globales para el Desarrollo Sostenible
(ODS) para mejorar las vidas de las personas antes del 2030. El Objetivo nº 2 “Hambre Cero” tiene
la intención de acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y
promover una agricultura sostenible, y esa es la prioridad del Programa Mundial de Alimentos.
Todos los días, el WFP y sus asociados trabajar para acercarnos más a un mundo con hambre cero.
Con su asistencia humanitaria alimentaria, proveen comida nutritiva a aquellos con necesidades
urgentes. Mientras tanto, sus programas complementarios abordan la raíz de la causa del hambre,
creando la resiliencia en las comunidades para que no tengamos que continuar salvando las mismas
vidas todos los años.
Además, en Azraq, el primer campo de refugiados del mundo alumbrado con energía solar, miles de
familias sirias enfriarán su comida, alumbrarán sus hogares o cargarán sus teléfonos móviles, con
energía limpia gratuita. La construcción de la planta costó 8,75 millones de euros, financiados por
completo por la campaña 'Vidas más Brillantes para los Refugiados' de la Fundación IKEA. Gracias
a ella, habrá un ahorro inmediato en energía de 1,5 millones de dólares al año, que ACNUR podrá
invertir en otra asistencia más necesaria, así como un ahorro en emisiones de CO2 anuales de 2.370
toneladas. En línea con el Objetivo nº 7 “Energía Asequible y No Contaminante” de los ODS. La
electricidad sin cortes las 24 horas del día, transformará las vidas de los refugiados sirios que viven
en el duro entorno del campo, situado en el desierto al norte de Jordania. Es muy difícil vivir sin
electricidad, para alguien que está acostumbrado a tener electricidad, no se puede imaginar lo difícil
que es vivir sin ella. Una madre refugiada destaca, "En Siria estábamos acostumbrados a un estilo
particular de vida y entonces nos vimos desconectados de ello cuando nos convertimos en
refugiados". Antes de esto, cuando cocinaban una comida tenían que tirar las sobras porque no
había ninguna manera segura de almacenarla. Ahora la vida diaria ya no termina cuando se pone el
sol.

11. Dar refugio no es que vivan como encarcelados sin derechos. Campo de refugiados de Moria. Isla de Lesbos. Grecia, Unión Europea 2017.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948 protege la vida y
los derechos de las personas. Además, los niños tienen una protección extra con la Declaración de
los Derechos del Niño, aprobada el 20 de noviembre de 1959. Estas declaraciones aprobadas por los
países que componen las Naciones Unidas, son totalmente violadas por los mismos estados
firmantes con cada nueva guerra o crisis humanitaria. La base para la construcción de la Unión
Europea son los Derechos Humanos y en la actual crisis migratoria, estamos viendo cómo los países
de la Unión incumplen los compromisos de acogida sin consecuencias, hacen acuerdos para frenar a
las personas que buscan refugio rompiendo tratados y derechos, condenando a vivir en condiciones
infrahumanas a los refugiados que están en Europa, en campos con “estándares” de países en
guerra.
Save the Children condena en un informe, las degradantes condiciones en las islas griegas, resultado
del acuerdo firmado entre la Unión Europea y Turquía, que ha llevado a un aumento alarmante de
las autolesiones, agresiones, ansiedad y depresión entre los niños refugiados. Este acuerdo ha
forzado a miles de familias y a más de 5.000 niños a vivir en centros similares a los de detención.
Estas condiciones están minando la salud mental y el bienestar general de los niños.
Están aumentando las autolesiones en niños de tan solo nueve años. Son sus madres quienes, al
bañarlos, encuentran heridas en las manos de sus hijos que se han causado ellos mismos. Niños de
tan solo 12 años han intentado suicidarse porque han visto a otros hacer lo mismo. También se ha
registrado un aumento en los casos de drogadicción y alcoholismo entre adolescentes que viven en
campos de refugiados y que te envían el mensaje original a escapar así de su dolorosa realidad, una
vulnerabilidad que los traficantes están explotando. Los niños se han visto atrapados en protestas
violentas, han visto cadáveres en los campos de refugiados, pasan el invierno en endebles tiendas de
campaña y algunos incluso han dormido en aparcamientos. Asimismo, se les ha negado la
educación y han perdido todas sus posesiones.
Estamos ante una generación de niños que está creciendo en el miedo y en el odio en Europa. Son el
caldo de cultivo ideal para los grupos de radicales, pues las razones para radicalizarse las viven cada
día. Es urgente un plan efectivo para ayudar a todos los niños refugiados con integración, pero
también con inclusión, así podrán crecer con la base de los derechos que los protegen.

12. La hoguera del 24 de diciembre (Noche Buena) en el campo de refugiados de Moria. Isla de Lesbos. Grecia, Unión Europea 2017.

El abuelo de la familia enciende una hoguera para calentar a sus dos nietos, junto a una simple
caseta de campaña cubierta por una lona. Son parte de familia kurda huida desde Iraq, que apenas
llevan veinte días en la isla de Lesbos tras su travesía desde Turquía.
Muchas familias en el mundo celebran el 24 de diciembre la Noche Buena en sus cálidos y
confortables hogares, mientras que ésta, se prepara para cenar y dormir una noche más bajo el frío,
la lluvia y el viento y aún no tiene una de esas famosas casetas blancas con el logo de Naciones
Unidas. Esta familia malvive fuera del campo de refugiados donde se asientan decenas de casetas de
campaña, pues el centro que fue creado para 2000 personas está desbordado y en estos momentos
acoge cerca de 5000 y un total de 7.000 en todo el área. En otra caseta cercana está el resto de la
familia preparando la cena: el menú son huevos duros, pan y té que, amablemente, compartirán con
un fotógrafo empapado por la lluvia en un gran ejemplo de humanidad y acogida en una noche
extremadamente fría.


IV. Reporteros de la historia, defensores de los DDHH.


1. Claude ANDRE Free Naval Forces WWII 1939-1945, él se jugó la vida para cambiar la historia ¿Qué estás haciendo tú para cambiar las cosas? Caen. Francia. Unión Europea 2017.

Claude ANDRE fue uno de los millones de soldados que se jugaron la vida luchando en la Segunda
Guerra Mundial, testigo vivo del episodio más terrible de la historia del que los gobernantes, en sus
discursos, siempre dicen que hay que aprender para no repetir los mismos errores, pero que en
realidad siguen repitiendo en muchos lugares del mundo. La asignatura de “Historia” tendría que
ser la base que nos permita poner en valor los Derechos Humanos atendiendo a los acontecimientos
del pasado sin centrarse en datos inconexos que únicamente sirven para superar una prueba escrita.
Entender e investigar sobre nuestros ancestros da sentido a lo que somos y permitirá demostrar que
los valores humanos tienen que ser la base real sobre la que se cimente la convivencia, teniendo
presentes a personas como Claude ANDRE, a los que les debemos la vida que hoy disfrutamos en
Europa con democracia y libertad, para evitar que nuestros gobernantes nos vuelvan a conducir a
una guerra total, que deje nuevamente millones de muertos. Es esencial luchar por cambiar las cosas
como hicieron muchos personajes del pasado, ANDRE entre ellos, los cuales sin duda incluso
arriesgaron sus vidas para conseguir un mejor futuro, más justo y democrático.
Claude ANDRE se mantiene firme bajo su paraguas durante la lluviosa celebración del 99º
aniversario del Armisticio de la Gran Guerra, en la Villa de Caen, en la Región de Normandía. La
Primera Guerra Mundial 1914-1918, cumplió el 11 de noviembre, a las 11 de la mañana de 2018,
100 años. Todas las atrocidades de esta guerra tendrían que haber sido suficiente ejemplo para que
no sucedieran nunca más, pero la historia nos enseña que la barbarie se repite una y otra vez. Por
esta razón, para comprender lo que hoy ocurre hay que tener una visión histórica de las cosas.

2. Mr. Wilfred REDLICH luchó en el otro lado de la historia como soldado nazi o del Tgercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial 1939-1945. Berlín. Alemania. Unión Europea 2018.

“El que no conoce su pasado, no puede comprender el presente y no podrá cambiar el futuro”, así de
contundente y claro es Mr. Wilfred REDLICH, al cual le tocó servir en el ejercito de la Alemania
nazi o Tercer Reich. Su testimonio es vital para comprender la historia y saber como fue defender
los horrores que entonces se creían legítimos. Es evidente que el discurso y el lugar donde vivían
condicionaba su razonamiento, en una época en la que los derechos, los cuales derivaron en
Derechos Humanos, y movimiento humanista no estaban extendidos. El discurso radical y
extremista de una realidad mezclada con mentiras calaron entre los alemanes de la mano de Adolf
Hitler, canciller imperial en 1933 y Führer (líder) de Alemania desde 1934 hasta su muerte. El
entonces joven Mr. Wilfred REDLICH, empuñó su arma para ir al frente como voluntario, pese a su
condición de poder librarse del servicio militar por haber perdido varios dedos cuando niño. Cuál
sería nuestro planteamiento si viviéramos inmersos en el centro del conflicto y supiéramos que los
que están al otro lado o eran disidentes, asesinados o acabarían conducidos a campos de
concentración por sus pensamientos, ¿qué hubiésemos hecho en su lugar?

3. El Muro de Berlín. Berlín. Alemania. Unión Europea 2019.

La noche del 9 de noviembre de 1989, cayó el “Muro de Berlín”, una barrera de hormigón, púas y
controles militares que dividió durante años, desde 1961, no sólo a la ciudad de Berlín sino a
también a dos mundos y formas de ver la vida totalmente enfrentados. Su caída representó uno de
los eventos más significativos del siglo XX y el inicio del desplome del modelo soviético. Pero el
Muro de Berlín no solo dividía a esta ciudad: dividía a toda Europa y era el símbolo de un mundo
bipolar en el que dos potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, eran los polos de influencia.
Su caída posibilitó la reunificación alemana y fue precursora de la desaparición de la Unión
Soviética y del final de la Guerra Fría.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, Alemania se rindió ante los Aliados, un grupo de países
occidentales constituidos por Reino Unido, Estados Unidos, Francia y la Unión Soviética. El país
quedó dividido en cuatro zonas de ocupación, bajo influencia de cada una de esas potencias. Berlín
estaba en la zona soviética, pero como era la capital de Alemania se decidió que también se dividiría
en cuatro áreas, una controlada por cada uno de los cuatro países.
En 1949, Alemania se había convertido en dos países separados: la República Federal de Alemania
(Alemania Occidental), siguiendo el modelo capitalista de Reino Unido, Estados Unidos y Francia,
y la comunista República Democrática Alemana (Alemania Oriental), en la órbita de la Unión
Soviética, con un sistema de partido único y economía planificada. En Alemania Occidental había
libertad de movimiento y la gente podría expresar libremente sus opiniones. Alemania Oriental tenía
reglas mucho más estrictas sobre cómo deberían comportarse las personas y una policía secreta, la
Stasi, que supervisaba lo que se hacía en todo momento.
A medida que pasaban los años, miles de personas al día escapaban del Este hacia el Oeste. En esa
época, medio millón de personas pasaba cada día la frontera en ambas direcciones y de esta manera,
podían comparar las condiciones de vida a ambos lados. Se estima que entre 1949 y 1961 alrededor
de 2,7 millones de personas abandonaron la RDA y Berlín Oriental, según la página web oficial del
Muro de Berlín. Aproximadamente la mitad de esa corriente migratoria estaba compuesta por gente
joven menor de 25 años. Solamente en 1960, alrededor de 200.000 personas se mudaron de forma
definitiva a la zona Oeste.
En 1961, las autoridades comunistas ordenaron que se construyera un muro que dividiera el este y
el oeste de Berlín para evitar que la gente cruzara de un lado al otro. Se levantó muy rápida y
sorpresivamente durante la noche del 13 de agosto, erigiendo grandes rollos de alambre de púas
justo dentro del sector este de la ciudad. Muchas personas se despertaron y descubrieron que habían
quedado atrapadas, en muchas ocasiones separadas de sus amigos y familiares que estaban en
Occidente. En los días siguientes, las autoridades de Alemania del Este comenzaron a sustituir los
rollos de alambre por una estructura más permanente de bloques de cemento y losas de hormigón: el
Muro de Berlín propiamente dicho. Calles, plazas y casas quedaron divididas por la construcción
del Muro, que también interrumpió el transporte urbano y se fue ampliando hasta llegar a los 155
kilómetros. El muro que transcurría por el centro de la ciudad y que separaba Berlín Oriental de
Berlín Occidental tenía una longitud de 43 kilómetros y 8 pasos fronterizos en total.
Este fue el inicio del Muro de Berlín, que el pasado 9 de noviembre celebró el 30 aniversario de su
caída, una historia terrible que hay que conocer y recordar. Actualmente parece que Europa vuelve a
dividir y separar, existen 14 nuevos muros “físicos” en alguno de los países de nuestra casa común
la Unión Europea. Tienen un sentido de freno y bloqueo a la llegada de refugiados y migrantes, en
nombre de la seguridad, enriqueciendo a empresas especializadas en seguridad. Esto no hace otra
cosa que resucitar ideas que dividen a la población, levantando muros “mentales” que son aun más
peligrosos para la convivencia. La sociedad europea no puede ni tiene que olvidar su historia, la
marcada por las Guerras Mundiales, civiles, muros, getos, genocidios, millones de muertos y
refugiados... todo esto dio paso a la construcción de la sociedad de hoy, que toma los Derechos
Humanos como base de nuestra convivencia y son pilares firmes dentro de la Unión Europea.

4. Los superviventes de Auschwitz. Oświęcim. Polonia. Unión Europea 2020.

Dos hombres anónimos caminan hacia el muro del “Bloque 11” en el campo de concentración y
exterminio de Auschwitz, es el momento de la ofrenda en memoria de las personas que allí
murieron ejecutadas. Cada uno lleva en su espalda un pañuelo, con el numero de prisionero que
llevan tatuado en un brazo y un triangulo rojo con una P, que consistía en una parte del sistema de
símbolos creados por los nazis para clasificar a los prisioneros. El 27 de enero de 1945 fue liberado
este campo de concentración y exterminio alemán de Auschwitz - Birkenau. El 27 de enero 2020 se
conmemoró el 75 aniversario, con la presencia de una delegación de aproximadamente 120
supervivientes de Auschwitz y del Holocausto. Estados Unidos, Canadá, Israel, Australia y varios
países europeos participaron en la conmemoración principal junto a un grupo de ex prisioneros de
Polonia. Todos son memoria viva de uno de los episodios mas terribles e inhumanos de la historia,
fueron acompañados por una gran representación de jefes de estado y de gobierno.
Alrededor de las 9 a.m., del 27 de enero de 1945, el primer soldado soviético de una unidad de
reconocimiento de la 100ª División de Infantería apareció en los terrenos de la enfermería de
prisioneros en Monowitz. Toda la división llegó media hora después. El mismo día llegó un médico
militar y comenzó a organizar la asistencia.
Por la tarde, soldados del Ejército Rojo entraron en las cercanías del campo principal de Auschwitz
y Birkenau. Cerca del campo principal se encontraron con la resistencia de las unidades alemanas
que se encontraban de retirada. Un total de 231 soldados del Ejército Rojo murieron en el combate
cuerpo a cuerpo por la liberación de Auschwitz, Birkenau y Monowitz. Dos de ellos murieron frente
a las puertas del campo principal de Auschwitz. Uno de ellos fue el teniente Gilmudin Badryjewicz
Baszirow.
Las primeras tropas del Ejército Rojo llegaron a Birkenau y Auschwitz alrededor de las 3 p.m. y
fueron recibidos con alegría por los prisioneros liberados. Después de la remoción de minas del área
circundante, los soldados del 60º Ejército del 1er Frente ucraniano entraron al campo y dieron
libertad a los prisioneros que aún estaban vivos. En los terrenos del campamento principal había 48
cadáveres y en Birkenau más de 600 cadáveres de prisioneros hombres y mujeres que fueron
asesinados a tiros en los últimos días. En el momento de la llegada del Ejército Rojo había 7,000
prisioneros enfermos y exhaustos en los campos de Auschwitz, Birkenau y Monowitz.
El campo de concentración y exterminio alemán de Auschwitz, se estableció en la primavera de
1940. Inicialmente, su objetivo principal era mantener prisioneros polacos, pero con el tiempo
también se enviaron allí a otros grupos nacionales. Desde la primavera de 1942, los judíos
predominaban entre los reclusos. Dos años más tarde, en agosto de 1944, Auschwitz se había
expandido a su tamaño máximo, incluidos tres campos básicos, el campo principal, Birkenau y
Monowitz, así como casi 40 subcampos, en los que se encontraban más de 105,000 prisioneros
registrados, principalmente judíos, y alrededor de 30,000 presos judíos no registrados en los
llamados campos de tránsito.
A partir de 1942, el complejo de campos de Auschwitz, y Birkenau en particular, también sirvió
como centro para el asesinato a escala industrial de judíos, a quienes las autoridades alemanas
habían decidido aniquilar por razones raciales. Los judíos deportados a Auschwitz desde varios
países europeos fueron sometidos a una selección, como resultado de lo cual la gran mayoría fueron
enviados a las cámaras de gas. En 1944, el exterminio masivo de judíos en Auschwitz alcanzó su
punto álgido. En ese tiempo, más de 600,000 judíos fueron deportados de Hungría y Polonia para
ser asesinados.
La masacre en masa también convirtió a Auschwitz en un importante centro de saqueo masivo.
Antes de la deportación, a los judíos se les dijo que estaban siendo reasentados y, por lo tanto, se les
permitió llevar equipaje. Pero a su llegada a Birkenau se les obligó a dejar su equipaje en la rampa
del ferrocarril, y también dejaron toda su ropa en la habitación para desvestirse antes de entrar en la
cámara de gas. Las pertenencias así asignadas se clasificaron y almacenaron en almacenes de
campamento llamados "Canadá", desde donde se enviaron a varias instituciones alemanas y otras
organizaciones.
Durante su breve existencia, casi un millón de judíos fueron asesinados en Auschwitz. Entre otras
víctimas, también murieron entre 70.000 y 74.000 polacos, 21.000 romaníes (gitanos) y unos
15.000 prisioneros de guerra soviéticos, homosexuales, discapacitados, intelectuales, políticos... Los
niños y las niñas fueron también un objetivo principal de los nazis en la "solución final", no solo
querían hacerlos desaparecer por motivos raciales o biológicos, sino para que no quedara ninguno
que en un futuro pudieran vengar lo ocurrido con sus familias.
Los crímenes atroces cometidos por el gobierno alemán no solo fueron perpetrados en Auschwitz.
Para el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, el sistema de campos de la muerte se extendió
desde Francia y los Países Bajos en el oeste hasta Estonia, Lituania y Polonia en el este. Hubo 20
importantes campos de concentración, muchos de los cuales tenían muchos subcampos.
Combinaban las características más deshumanizantes y degradantes de una prisión y de campos de
trabajos de esclavos. En algunos, médicos nazis llevaban a cabo los experimentos más depravados,
mientras otros eran principalmente campos de tránsito, lugares donde mantenían a los judíos y a
otros “indeseables” hasta que eran enviados a otros campos. Hubo además cuatro importantes
campos de exterminio – Belzec, Chelmno, Sobibor y Treblinka – dedicados exclusivamente a matar
a cualquiera que pasaba por sus puertas. Treblinka casi igualó a Auschwitz por el número de
personas que fueron asesinadas allí.
Durante los 12 años en los que Adolf Hitler estuvo en el poder puso en macha esta maquinaria de
muerte para cumplir su plan de la "Solución final". Que consistió en aniquilar a quienes consideraba
racialmente inferiores, ejecuciones en la cámara de gas, fusilamientos, actos de terror al azar,
enfermedades e inanición, lo que provocó la muerte de millones de seres humanos. El reto logístico
se resolvió mediante la participación del “Deutsche Reichsbahn”, el tren nacional alemán, que
empleó a casi medio millón de funcionarios públicos y a 900.000 trabajadores que se ofrecieron
para ayudar en estas labores de traslado - a sabiendas de que eran partícipes de los asesinatos -.
Este fue un genocidio que no podemos olvidar, un capitulo horrible que fue causa del exterminio de
18.000.000 de seres humanos, según algunos cálculos. Probablemente nunca se conocerá las cifras
exactas de muertos, ni el número total de personas que estuvieron encerradas en los campos de
concentración nazis. Pero sí debemos tener la historia muy presente en honor a los que allí murieron
y como garantía de ello la memoria de quienes sobrevivieron. Todas estas personas testigos vivos de
la historia reclaman durante la celebración del 75 aniversario de la liberación de Auschwitz más
educación. Consideran que es muy importante el conocimiento de los hechos para recordar lo
vivido, pero sobre todo para educar en emociones, sentimientos y sensibilidades. Comprender lo
que pasó es fundamental para tener la sensibilidad necesaria e identificar lo que nunca tiene que
volver a pasar, saber rechazar todo tipo de ideas que puedan representar el fascismo y nazismo, que
tanta destrucción, dolor y muerte han causado a la humanidad.

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